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Terrorismo

Nadie tendría en este mundo que propiciar una guerra. Lo bélico suena a muerte. Es sinónimo de terror. Es un antagonismo, in extremis, a la vida. Entonces, qué pasa por la cabeza de quienes favorecen ese terror. Ayer fue la guerra en nombre de la colonización. En la actualidad, se levantan las armas y disparan en nombre de la liberación de los pueblos. Sin embargo, atrás de determinados axiomas universales como colonización, independencia, democracia y liberación corre sangre, mueren personas, se aniquilan pueblos. Dicha postal por demás de hostil hiere en lo humano.

Contradicciones de un mundo volcado a la conquista de impiadosos intereses que nunca son los nuestros. Y por qué digo esto. Porque hay vocablos que suenan lindos: Paz, libertad, igualdad, democracia, justicia pero necesariamente necesitan contenido. Contenido social. Convicción. Nada más sentido que un pueblo libre. Pero libre.

Algo queda claro. Hay alguien que nos miente. Fluyen de centros desbordados de riqueza y amurallados de milicia los discursos más profundamente decorados. Se avanza en nombre de la paz mundial con tanques y artillería último modelo. Los malos tienen nombren: terroristas, facinerosos, subversivos, ateos, malditos a la mirada de dios. En concreto, los malos de la película. De un film hollywoodense donde los buenos son altos, rubios y con buen traje. Y lo otro es la escoria, la maleza humana que hay que erradicar. Eso es terrorismo. Terror. Terror global y son ellos, exclusivamente ellos.

Y quienes son ellos. Es simple. Son quienes siembran terror, apatía, desgano en participar, miseria, pobreza, desigualdad. Es el poder concentrado. Es el capital por el capital mismo.

Hoy somos televidentes de un nuevo capítulo del film dirigido por el bien mundial. No se puede soportar la muerte de los pueblos. Israel practica terrorismo global. Es un estado terrorista. Mete miedo, siembra miedo.

Hace 30 años en nuestro suelo conocimos la puesta en marcha del terrorismo de estado. Los militantes populares quisimos construir la patria justa, soberana, con justicia social. Y no nos dejaron. Apareció el terror. El Estado terrorista. Que secuestró, torturó y desapareció a miles de personas.

Por eso vale la lucha de un pueblo por su dignidad. Y en Latinoamérica, a causa de muchos golpes, quizás la estemos transitando. Pero no se fortalecen lazos solidarios tirando bombas. No se crece como pueblo y como sociedad en base a mentiras. Por eso habrá que fijarse bien quién impone terrorismo. Quiénes causan terror.

Juan Rivero

concejal