rosario

Martes, 24 de marzo de 2009

CORREO

Pasado

El recuerdo del pasado desbloquea la memoria, referirnos al 24 de marzo de 1976 es exactamente eso, una catarsis colectiva para hallar aunque más no sea un significado a la mayor masacre planificada, pensada y llevada a cabo por las fuerzas de la ignominia y la crueldad, como los argentinos no tenemos memoria, al menos en nuestra historia desde la ejecución de Dorrego efectuada por el llamado sable sin cabeza Lavalle.

En los momentos actuales, cuando el gobierno comandado por Cristina esta recomponiendo con Obama por una parte y con Lula por otra, para planificar una salida a esta monumental crisis económica, que a decir verdad a la Argentina casi no la afecta, los enemigos internos a los cuales aludía permanentemente el general Belgrano están haciendo todo lo posible para que este proyecto de país industrial, tecnológico, científico, solidario, agro económico, integrado no se proyecte hacia el futuro. Por eso, causa vergüenza ajena ver a Obeid, Reutemann, Solá, Chiche Duhalde, Schiaretti, que se cruzaron a la vereda de enfrente por ambiciones personales, y traicionaron al más peronista de los proyectos de país desde el golpe de 1976. Los gorilas están al acecho; pero Judas hubo siempre a través de la historia de la humanidad.

Ricardo Carreño

Memoria

A treinta y tres años del golpe, en el día nacional de la memoria, nos debemos una reflexión. El proceso iniciado el 24 de marzo de 1976 fue posible no sólo por la acción militar, sino por el concurso de un plan estructurado por los grupos concentrados de la economía, que requería de disciplinamiento social, complicidad de empresariado, y los medios de comunicación, silencio de la justicia y los políticos tradicionales.

Son los mismos que, con otros ropajes, condicionaron los 25 años de democracia, y en esta etapa tratan de sostener las prebendas como dueños del país, a como dé lugar y con inusitada virulencia.

El espíritu destituyente de hoy, es un retorno a la esencia de la complicidad de hace 33 años. Las instituciones de la democracia están aún en deuda con la memoria, y la verdad.

Sobre todo, la justicia, que no ha saldado los pasos más importantes: la sustanciación, finalización y sentencia en los juicios de lesa humanidad. Esa es la exigencia en este 24 de marzo, y el reclamo masivo de la sociedad. Sólo así habrá reconciliación de las instituciones con su pueblo.

Gerardo Rico

Diputado provincial. Frente para la Victoria

Compartir: 

Twitter

 
ROSARIO12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.