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La concejala socialista María Inés Jasienovicz quiere terminar con la represión de la mendicidad. Para eso, presentó un proyecto para que el Concejo Municipal solicite a la Legislatura provincial la modificación del inciso 46 del artículo 39, de la Ley Orgánica de Municipalidades, que otorga la potestad de perseguir a quienes piden dinero. "No podemos mantener este punto en nuestra Carta Orgánica de Municipalidades, porque esto de `reprimir' la mendicidad era algo de tiempos de los gobiernos militares. Es un término, que nos repugna, y nos parece inapropiado y obsoleto", esgrimió la concejala socialista María Inés Jasienovicz.

La solicitud se realiza a partir de la aprobación unánime del proyecto de la edil, en la sesión del jueves pasado del Concejo de Rosario. Y acerca su accionar, Jasienovicz resaltó: "No hacemos más que pretender que la norma provincial que nos regula refleje el criterio político que tenemos como ciudadanos. Que la ley responda a la concepción política de la ciudad y la provincia". Y agregó: "Queremos dejar en claro que no consideramos mendicidad la venta en la vía pública. Sí necesitamos tener políticas especiales, porque la gente precisa asistencias básicas para no salir a mendigar".

Según indicó la concejala, se dio lugar a la iniciativa ya que "todavía no se dictaron las cartas orgánicas municipales". Además, consideró: "Creemos que es una manera de expresar la voluntad política de la ciudadanía de Rosario. Muchas veces, hay situaciones de indigencia que llevan a que haya personas que piden y mendigan; pero, debemos pensar en otra alternativa, que de hecho se hace: asistencia y prevención. Hace muchísimo tiempo que esta normativa debía adaptarse a las características que hemos consensuado en la ciudad".

Por otro lado, Jasienovicz adelantó que "cuando exista la autonomía municipal, vamos a discutir sobre esto para plasmarlo en la Carta Orgánica de la ciudad de Rosario". El planteo tiene que ver con que "se implementen políticas públicas destinadas a prevenir y disminuir este problema social".

"La mendicidad no es una conducta antijurídica que viole derechos de las demás personas, sino que es una situación personal, una condición desgraciada de un ser humano, que debería tener garantizado su amparo e integración social por parte del Estado", afirmó la edila. En su argumentación, subrayó que el Estado "no puede reprimir, por medio de cualquiera de sus órganos de poder, una situación que se creó a través de su propia negligencia u omisión".