Martes, 16 de marzo de 2010 | Hoy
Ahora que el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cemar) lleva el nombre que nadie utiliza del doctor Melchor Horacio de Zuasnabar nadie llama a dicho efector "Centro Zuasnabar" creo con más fuerzas lo que siempre decían y dicen mis mayores: que es el Hospital Vilela el que debe llamarse Zuasnabar.
El intendente Vilela poco tuvo que ver, a su pesar, en la promoción, creación y engrandecimiento del Hospital porque sólo alcanzó a firmar las ordenanzas de creación y de nombramiento de Zuasnabar como director fundador: luego de seis meses de asumir, Vilela cayó con el golpe de Uriburu. Más tarde, Zuasnabar apoyó la imposición del nombre del ex intendente, fallecido en 1941, como agradecimiento a quien le posibilitó desarrollar su obra cumbre, como reafirmación democrática ante el golpe de Uriburu y porque no se le hubiera ocurrido proponer su propio nombre para el Hospital de Niños.
Sin embargo, visto ahora, el nombre debería ser cambiado por el de su verdadero protagonista: Zuasnabar se dedicó al Hospital desde muy joven hasta su muerte. Los profesores Ana María Sarnari de Mercau, Magdalena Aliau e Iván Hernández Larguía -entre muchos a quienes animo a que opinen en esta Sección afirman que el Hospital de Niños debería llevar el nombre de su verdadero fundador, el Dr. Zuasnabar.
Historiadores como Miguel Angel De Marco (padre e hijo) fundamentan este extremo en sus libros y artículos. Además, personalidades como Gloria Lovell, Fernando Chao (p) y Angel Chavarri dejaron escrito, antes de morir, la misma convicción.
Con todo respeto, creo que no cuando al Cemar lo llamen Centro Zuasnabar sino cuando al Hospital de Niños lo llamemos Dr. M. H. de Zuasnabar se habrá hecho verdadera justicia en nuestra historia ciudadana.
Bruno Corpacci
(estudiante de Historia)
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