Sábado, 25 de agosto de 2012 | Hoy
Planificación
Sin consultas a usuarios ni con estudios serios de los beneficios a obtener de los cambios de circulación de ómnibus, la Municipalidad de Rosario, decidió el tema de los carriles exclusivos y "ordenó" cambios que afectaron a pasajeros, comerciantes y visitantes de nuestra ciudad.
El famoso PIM (Plan Integral de Movilidad) que no ha sido discutido pero sí impuesto por nuestras autoridades, obedece a un criterio de uso del automotor que ya ha sido superado en las principales ciudades del mundo, volcando millones de pasajeros/año a medios de transporte alternativos con la utilización de la energía eléctrica, que logran buena velocidad de desplazamientos y menor índice de contaminación al desaparecer los motores de combustión interna.
Vagones livianos de pasajeros, que circulan suspendidos en estructuras de hierro y hormigón armado diseñadas para planificados corredores ferroviarios han proliferado ahora en muchas ciudades de nuestro continente y existe bibliografía abundante de proyectos que serían no solamente aplicables a nuestra problemática sino que nos beneficiarían con la diferencia de costos de sus instalaciones, mantenimientos y comodidad de sus desplazamientos.
Como Rosario nunca ha sido planificada, sigue "creciendo" bajo la presión inmobiliaria descontrolada y sin un criterio urbanístico definido que permita a los rosarinos imaginar siquiera el futuro de su barrio, entorno y calidad de vida asegurada, coloca a los vecinos en la indefensión frente a las construcciones en altura ahogando patios, terrazas, etc. Todo sin que se expliquen los criterios de nuestras autoridades en la toma de las decisiones de construcción.
Los accidentes (que no son tales por cuanto ocurrieron por imprevisiones) y que le han complicado la vida a muchas familias de rosarinos, son la consecuencia de la falta de controles, la inexistencia de un sistema de regulación y controles de las edificaciones es consecuencia de la ineptitud de nuestras autoridades para encontrar los límites de alturas, los registros de las empresas, el estudios de los sistemas de construcción y los usos de protecciones para el personal, los vecinos, transeúntes y propiedades linderas.
Crecer no es levantar mas edificios, es planificar una ciudad con criterios y estudios de las necesidades de la población, es aplicar conceptos urbanísticos modernos pero adaptados a nuestra realidad social, nuestra idiosincrasia y a las posibilidades económicas de nuestras familias.
Angel M. Contestí
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