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Trata

En una economía de mercado donde la explotación y el consumo son la razón de ser y el dominio es un modelo patriarcal, las mujeres se transforman en mercancía y su cuerpo en un bien intercambiable. Es sobre la vida de las más pobres y vulnerables que este sistema muestra su cara mas perversa. La explotación sexual de las mujeres y niñas es consecuencia de la pobreza, de una construcción cultural machista que objetiviza el cuerpo de las mujeres, son necesarias políticas de Estado garanticen el acceso a los derechos.

La trata de mujeres es un negocio y muy rentable, junto al tráfico de armas y estupefacientes. Debido a la cantidad de dinero que genera, su naturaleza clandestina y el complejo entramado de complicidades sociales, políticas, judiciales y de las fuerzas de seguridad que la sostienen es un fenómeno que ha tomado dimensiones importantes y al cual no podrá darse solución por un solo camino.

En el país contamos con leyes que prohíben la existencia de prostíbulos. En Rosario contamos, además, con ordenanzas que permiten el control de lugares proclives a la existencia de delitos como la explotación de la prostitución ajena y la trata.

Dudamos que las prohibiciones sean el medio de abordaje profundo y serio que requiere este delito. ¿No estaremos por este medio arrojando aún más a las víctimas a la clandestinidad? ¿No estaremos brindando el marco adecuado para que se profundice la corrupción en las fuerzas de seguridad y de quienes deben garantizar los derechos?

Obviamente que este es un tema de abordaje múltiple y el debate sobre su solución no esta cerrado, pero creemos en políticas públicas de abordaje integral, cultural, económico, social y que garanticen el acceso a los derechos para todas.

Sofía Botto

Claudia Arias

María José Zochi

Paola Bozzini

Integrantes de Mumalá