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Viernes, 12 de abril de 2013

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Prioridad

El incremento de los homicidios narco y el nivel de complicidad de fuerzas de seguridad; expusieron algo que se desarrollaba casi silenciosamente, excepto una de sus consecuencias: la inseguridad.

El estallido de luchas feroces por territorios de venta de sustancias ilegales y la emergencia de datos impactantes del rol policial, político y judicial; muestran la gravedad de la situación. También crean una oportunidad para empezar a superarla.

La violencia no se explica ni resuelve sólo por la droga. Tiene otras raíces culturales, sociales y económicas a abordar; pero la desigualdad social y el avance de la droga son las más importantes

Las políticas neoliberales de los 90 produjeron efectos que, por entonces en minoría, algunos temíamos: desigualdad, desocupación, marginalidad, violencia y delincuencia. Los hijos de los desocupados estructurales creados, son hoy jóvenes que han crecido sin ver a sus padres trabajar; bombardeados por publicidad consumista indicando que hay que tener, y al alcance la posibilidad --a menudo la única-﷓ de acceder a esos niveles de consumo mediante el delito.

La ola neoliberal se acompañó con cambios culturales: Entre ellos, naturalización y difusión del uso "recreativo" de drogas en todas las clases sociales.

Sustancias psicoactivas se usaron desde antaño con fines medicinales, rituales, etc. recién en los siglos XIX y XX, devinieron en problema social.

El informe 2012 de la ONU sobre droga marca a América Latina como región donde avanza la epidemia, estabilizada en otras zonas. La epidemia de droga, incluidas las legales (tabaco, la que más muertes produce, y abuso de alcohol, la que más violencia provoca), es uno de los principales problemas actuales. Es primero un problema de salud pública y luego de seguridad.

Es preocupante (por no decir sospechoso) que esta cuestión no tenga en la agenda de los gobiernos la prioridad necesaria.

Que el paradigma impuesto por EEUU es un fracaso (aceptando ingenuamente que sus verdaderas motivaciones fueran combatir la droga) lo muestran los resultados, y también el que personalidades mundiales con trayectorias poco antinorteamericanas, estén llamando a revisarlo.

Como ocurrió en EEUU en 1919﷓1933 con el alcohol, la prohibición eleva sideralmente la ganancia del negocio.

Es preciso encarar políticas de magnitud para enfrentar la epidemia en sus dos caras: Demanda y Oferta.

Alberto Cortés

Concejal del Partido Socialista Auténtico

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