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Alabardas o la Etica

José Saramago, escritor portugués de espíritu y visión humanista universal, dejó inconclusa una novela titulada Alabardas. La muerte lo sorprendió en plena elaboración del relato, pero dejó en su cuaderno diario notas acerca del devenir que podría adquirir el libro.

La historia de Alabradas como casi todas las de Saramago interpela al lector con un interrogante que hace referencia al por qué no hay huelgas frecuentes de los trabajadores de las fábricas de armamentos. Aunque, como lo dice el autor, se registran algunas historias de sabotajes de los artefactos de muerte por parte de los proletarios.

Artur Paz Semedo, el protagonista de Alabardas, influenciado por las ideas antibelicistas de su esposa comienza a preguntarse por la oscura historia del establecimiento de un engranaje más, una fábrica de armas de guerra.

La cuidada edición contiene los tres primeros capítulos revisados por José Saramago, las notas de su diario bitácora de escritor, ilustraciones de Gunter Grass y un excelente escrito de Roberto Saviano.

En este sombrío presente donde continúan las matanzas en diversas latitudes como Ayozinapa (México), o los crímenes contra personas de raza negra en Estados Unidos, las campañas de exterminio en Africa a manos de grupos fundamentalistas religiosos y los cotidianos enfrentamientos por estos lares, este libro de Saramago pone al descubierto rasgando los velos de la impostura, la esencia predadora del sistema del capital mercancía y el indispensable rescate de una ética solidaria.

Como bien dice R. Saviano parafraseando a Albert Camus: "Quienes escriben palabras sencillas tienen lectores, los oscuros comentaristas". José Saramago nos ha legado una verdadera joya literaria a la debemos acercarnos para reflexionar y actuar.

Carlos A. Solero