rosario

Martes, 15 de noviembre de 2005

CORREO

¿Quién es Oyarzún?

Qué historia tiene en Ñuls, quién lo eligió, qué título consiguió para tener tanto poder, cuando fue preparador físico los jugadores vivían lesionados. Porque a este personaje se le permiten los aprietes a los jugadores y a periodistas que cuentan la verdad sobre las cosas que pasan en el club. No es nadie, solamente el faldero del canalla presidente. En el club los matones no solamente están en la barra brava, hace poco leí unas declaraciones suyas con motivo de las "sanciones" a Maidana y Manso, que decía que en el club había una persona que especialmente se encargaba de buscar y recortar todos los artículos que criticaban la pésima gestión que integra. Digno representante de la KGB. Por ahora habrá que aguantarlo como el Sancho Panza de un Quijote caricaturesco, aunque y con perdón de tan honrosas figuras, se parecen más al asno y a la yegua de la novela española. Con semejante dupla, a los hinchas que Dios nos ampare.

Gustavo Ibañez

Agrupación 40.000 de visitante

Barrio Sarmiento

Jonathan y Delfina, quien lleva a su pequeña hijita en un cochecito, se dirigen al imponente centro comercial, el Shopping que por estos días deslumbra cegando a uno de los íconos más ilustrativos de barrio Sarmiento. La añorada fábrica textil Estexa con más de 1800 obreros trabajando en sus días más radiantes. Jonathan y Delfina son oriundos de ese trazado de diagonales. Laberinto de calles, cortadas y refugios antiguos de dicho barrio. Nacieron, jugaron y crecieron a metros de la vetusta estación de trenes Sorrento; la homónima Usina Eléctrica; el almacén "La flor de Sorrento"; dos clubes de fuste como Argentino y Fortín Barracas; el famoso "Crotín", balneario de los pobres, y el cine "Océan". Jonathan y Delfina junto a esa niñita que ahora integra su familia traen la marca, el sello de aquella mística, ensueño de sus padres y sus abuelos inmigrantes, forjadores de esas fachadas que en este instante son apenas penumbras. Pero lo real, lo moderno, es este otro laberinto cuyos escaparates brillan y refulgen por todas partes como fuegos de artificio. Es el centro comercial, el Shopping que los tiene atrapados con sus engañosas ofertas... ¿Estarán ellos ilustrados para lograr salir?

Felipe Demauro

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