El Rector de la UNR Ricardo Suárez se refirió al presente de la Universidad, la difícil situación presupuestaria, los desafíos futuros y la posición de la institución en materia de derechos humanos. Aseguró que el que pasó "fue un año difícil, complicado, pero que termina razonablemente bien. Se pudieron terminar las clases en paz, se tomaron exámenes, la universidad pudo hacer varias cosas a pesar de su bajo presupuesto". Y agregó que "se dieron hechos muy importantes casi al finalizar 2005. Uno de ellos fue el Premio Balseiro a la Ciencia y la Tecnología como mejor Universidad Pública. Otro tema fue la vista de la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) para realizar una evaluación externa". Suárez dijo que "llegaron 14 personas que nos evaluaron durante cinco días. Ha terminado, creemos que se llevan una buena imagen de la universidad, más allá de las observaciones que nos puedan hacer. También tuvimos la visita de la Auditoría General de la Nación, quienes hicieron alguna recomendación pero encontraron las cuentas en orden".

-¿Cuál es la situación edilicia de la Universidad?

-Estuvimos trabajando muy fuerte en algunos aspectos puntuales, como por ejemplo el edificio de la Facultad de Derecho. Creemos que cerca de fin de año va a estar reparado casi a nuevo, de una forma tal que nadie en Rosario lo ha visto porque siempre fue un edificio muy deteriorado. Hemos alquilado muchos metros cuadrados para Psicología pero aún así, creíamos que había que darle un ámbito adecuado a la mayor parte de la Facultad, donde también se hizo un aula magna con capacidad para 340 personas. Conjuntamente, terminamos las obras en Bioquímicas, construimos siete aulas y realizamos una remodelación general. También concluyó la obra civil de su biblioteca y comenzamos a realizar el laboratorio de especialidades medicinales. De manera que esa Facultad, que estaba muy postergada, quedará en mejores condiciones. Hemos trabajado dónde hemos podido en el tema edilicio que era y es una preocupación, porque tenemos declarada una emergencia edilicia desde el año 2002.

-¿Cómo está calificada la UNR en el ámbito académico internacional?

-En general ha habido una ratificación de la importancia de la Universidad, no sólo a nivel nacional, sino también a nivel internacional. Por ejemplo en la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo (AUGM) somos reconocidos como una de las principales columnas que apoyan este organismo. En España, en la Universidad de Salamanca, la UNR fue reconocida nombrándola dentro de las cinco integrantes de un Comité Ejecutivo que va a analizar la enseñanza del español como lengua extranjera. Estamos en una posición muy importante entre otras cuatro instituciones. Está el Instituto Cervantes, un organismo del gobierno español que es miembro nato de este pequeño comité, la Universidad Autónoma de México, que también debería ser un miembro nato en virtud de su proximidad y relación con Estados Unidos y por la cantidad de personas a las que enseña español. En ese contexto, nosotros, fuimos elegidos por unanimidad y por propuesta de una Universidad de Centro América, lo significa que estamos en un lugar de privilegio. El resto de los integrantes, tendrá que definirse en distintas reuniones que haga la comisión de rectores de universidades españolas y la UDUAL (Unión de Universidades de América Latina).

-¿Qué temas importantes quedaron por concretar para el 2006?

-Si bien hemos avanzado significativamente en el aspecto académico, aún tenemos que continuar trabajando. Tenemos la segunda oferta de carreras de posgrado del país, después de la Universidad de Buenos Aires. No obstante queremos progresar mucho en articulación, en un nivel general. En particular, estamos trabajando en articular la escuela media con la universidad. En ese sentido, fueron experiencias innovadoras y nuestra institución fue reconocida como pionera, por gente de la Coneau. Hemos bajado la taza de expulsión de alumnos del primer año de un 50 % a un 30% y esta es una tarea que no va a cesar. En lo referente a la articulación con la enseñanza terciaria, aunque lentamente, estamos avanzando. También tenemos proyectos de articulación con otras universidades nacionales del sistema y son ejemplos del ello, las facultades de bioquímicas e ingeniería que forman parte de una red de 4 o 5 facultades. También estamos trabajando en la articulación con universidades del exterior, como brasileñas, de la que recibimos y enviamos alumnos, pero aún no concretamos nada efectivo y ese será el gran desafío para este año. A su vez, culminamos la evaluación de los docentes y estamos cercanos a lograr un 70% de profesores concursados, con lo cuál tendríamos un puesto de privilegio entre las universidades nacionales.

-En lo que respecta a la situación presupuestaria, ¿cuáles son los desafíos para este año?

-Es un desafío permanente, desde que asumí estoy en condiciones de decir que pasaron varios gobiernos y que todos ellos podrían haber resuelto el problema de las universidades públicas en general y el de la Universidad de Rosario en particular. Sin embargo, no hemos tenido respuesta, pero aún así seguimos trabajando. Hemos tenido un apoyo simbólico del CIN en los momentos de ir a hablar, reconociendo nuestro déficit presupuestario, como así también del Ministro de Educación y del Secretario de Políticas Universitarias. A su vez, nosotros estamos trabajando para ver si conseguimos que la nación o la provincia reconozcan que estamos aportando a la salud pública de la zona en el Hospital Provincial del Centenario y en el Policlínico Eva Perón, más de 15 millones de pesos anuales. Si nos reconocieran la inversión de ese dinero, tendríamos una situación financiera presupuestaria no holgada, pero compatible con una universidad que en muchos aspectos está muy bien calificada. Por ejemplo, hay carreras de posgrado de la facultad de derecho e ingeniería que se están exportando a Centroamérica y Bolivia respectivamente. Asimismo, un posgrado de finanzas de Ciencias Económicas se va a dictar en Buenos Aires, lo que da cuenta de la fortaleza de la UNR.

-¿Cuáles son las acciones que la UNR lleva a cabo para que, pese a la difícil situación económica que atraviesa nuestro país, los estudiantes de bajos recursos puedan completar su formación superior?

-A fines de 2005 se aprobó el presupuesto para este año, con lo cual contamos con 500 mil pesos en becas para alumnos y también abrimos, junto con la Asociación Israelita de Beneficencia, un centro de salud para atender gratuitamente a estudiantes sin obra social. Además, hemos inaugurado en la Siberia, un playón deportivo y remodelado todos los baños, de manera que allí se van a hacer muchos deportes más. Hemos modificado la disposición del predio y tenemos un gimnasio muy bien equipado, brindándoles a nuestros estudiantes la posibilidad de realizar también actividad física.

-¿Cuál es la posición de la universidad en materia de derechos humanos?

-Hemos tenido una muy fuerte impronta en tema de derechos humanos. Esta es la Universidad que más doctorados Honoris Causa ha otorgado a organismos o personas involucradas en la temática. Trabajamos muy duro en esto, e inauguramos hace poco un espacio para recordar y afianzar los derechos humanos que comenzó con los llamados "lectores reales". Es decir, aquellos lectores cuyas fichas estaban en la Biblioteca Argentina y que desaparecieron durante la última dictadura.

-¿Es posible reafirmar los derechos por una Universidad pública, gratuita y con un acceso sin restricciones?

-Luchamos por ello. Por una Universidad pública y gratuita y que albergue a la mayor cantidad de alumnos posible. Hay una inequidad muy fuerte en el sistema social argentino que hace que muchas personas no puedan acceder a una formación superior. En general yo estoy muy contento y satisfecho con la postura que tenemos y que en la Universidad, con sus vaivenes, estamos sosteniendo. Lo cierto es que no es una postura uniforme en el resto de las Universidades públicas argentinas, cosa que me duele, porque creo que algunos han bajado los brazos ante este tema del mercado neoliberal que fue muy fuerte. No obstante hay que seguir luchando como se pueda. Aunque la masividad, en algún caso, parecería atentar contra la calidad, creo que es mejor tener mejor y más acceso a una educación a no tener acceso a nada y sentirse excluido. Es por ello que buscamos siempre una actitud superadora y no una ejemplar, que no se va a encontrar.