La Guardia Urbana Municipal secuestró ayer 6.000 productos vencidos, algunos desde hace más de un año, en el supermercado chino Apolo, ubicado en Italia al 2700, esquina Virasoro, enfrente del hospital de Niños Víctor J. Vilela. El operativo nació por las denuncias de vecinos que no sólo habían comprado alimentos vencidos, sino que fueron maltratados cuando lo reclamaron, y ni siquiera obtuvieron la reposición de la mercadería. La GUM decidió clausurar el comercio. "Encontramos gran cantidad de alimentos de la canasta básica vencidos, otros con la fecha borrada, como así también pegamento -que no puede venderse en supermercados-, cigarrillos -cuyo expendio tampoco está permitido- y medicamentos, algunos que caducaron en 2008", indicó Mariano Savia, el director de la GUM. De la requisa participaron 14 agentes. "Es la intervención más grande en salud alimentaria en muchos años", consideró Savia, sorprendido por la magnitud de las irregularidades encontradas.