Es importante destacar que los dos códigos deontológicos de mayor alcance en la Argentina acentúan la importancia que el respeto por los derechos humanos ha adquirido en el ejercicio de la profesión. Estos códigos son el Protocolo de acuerdo marco de principios éticos para el ejercicio profesional de los psicólogos en el Mercosur y países asociados y el Código de Etica de FePRA (Federación de Psicólogos de la República Argentina), surgido éste en democracia, al igual que la Ley 9.538 de ejercicio de nuestra profesión en la provincia de Santa Fe.

El Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe 2ª circunscripción y la Regional NEA de FePRA organizaron para los días 6 y 7 de junio próximo las Jornadas Regionales "Responsabilidad y Riesgo en la Práctica Profesional del Psicólogo" a realizarse en Plaza Cívica, San Lorenzo y Moreno.

En ese marco, desde el Foro en Defensa de los Derechos Humanos de nuestro Colegio, venimos insistiendo en que son los significantes mínimos que deben ser respetados para que el sujeto se constituya como tal, coincidiendo con lo postulado por Juan Carlos Gardella cuando decía que Los derechos Humanos son espacios de libertad que todos y cada uno de los seres humanos necesitan para poder desenvolver su personalidad según sus propios criterios y constituyen procesos de desalienación, es decir, tendencias a superar las diferentes formas de extrañamiento que tienen lugar en los diferentes ámbitos de la realidad humana y de la vida social. Por eso defender los Derechos Humanos constituye una responsabilidad como profesionales porque defendemos las condiciones de posibilidad de constitución de un sujeto.

Al respecto nos sorprendieron y preocuparon las declaraciones de la ahora ex﷓secretaria de Derechos Humanos de la provincia María Bressa, acerca de brindar contención psicológica a quienes están procesados por delitos de lesa humanidad y a su entorno familiar. Esas opiniones, expresadas en este diario, abrieron el debate.

En primer lugar consideramos que los represores o genocidas habrían de pedir dicho servicio. En tal caso, dependerá del profesional en particular aceptar o no atender a un genocida o torturador, o represor; siempre y cuando se cumpla con un requisito ineludible, que debe proveernos el Estado: que esta persona esté pagando ante la sociedad, ante el Otro de la cultura, su crimen. No habría otra posibilidad.

Frantz Fanon, en Los condenados de la tierra, comenta azorado cómo un inspector de policía europeo en plena guerra de liberación argelina, dedicado a torturar a patriotas para obtener información y devenido sádico con su propia familia, le pedía tratamiento estando en "plena actividad". "Que lo ayudara a torturar a los patriotas argelinos sin remordimientos de conciencia, sin trastornos de comportamiento, con serenidad".

Por eso insiste la pregunta que los psicólogos debemos hacernos y poner a debatir: ¿Atendería usted a un torturador, a un genocida, a un represor? Consideramos que es un debate que debemos instalar entre colegas y en las Jornadas Responsabilidad y Riesgo en la Práctica profesional del Psicólogo, quienes firmamos esta nota, integrantes del Fodehupsi, intentaremos desplegar ante los colegas y la sociedad reflexiones y desarrollos teóricos acerca de la temática para posibilitar discutir semejante tema ético, porque sabemos las gravísimas lesiones en el tejido social producidas por la sistemática violación a los derechos humanos en nuestro país por la exclusión social y por las injusticias cotidianas a las que estos represores han contribuido con su accionar criminal. Estas líneas son un fragmento del trabajo que presentaremos en las jornadas.

Los interesados en participar en las jornadas pueden inscribirse en Dorrego 423, o en los teléfonos 4498780 y 4474460, por mail a la [email protected], o en la página web www.psicologosrosario.com.ar.

*Psicólogas. Del Foro en Defensa de los Derechos Humanos del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe 2ª circunscripción.