[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

¿Por qué en la coyuntura actual caracterizada por la impotencia, la pereza epistémica, y la desorientación clínica, la Escuela de Orientación Lacaniana Sección Rosario realizará un Coloquio Seminario sobre un texto del Dr. Jacques Lacan de 1958 -Dirección de la cura y los principios de su poder-, cuando muchos puntos de su enseñanza se modificaron en años venideros?

La respuesta es que en la rigurosidad de la re lectura de Lacan con Lacan se descubra la riqueza del "Lacan clásico", el que en su retorno a Freud logró hacerlo inolvidable y a su vez hacernos pensar, escribir y analizar con la frescura de una novedad que hizo que el psicoanálisis fuera otra cosa que un capítulo general de la psicología.

Releer a Lacan es leer a Freud en el texto como Lacan lo enseñaba, y a su vez comporta una decisión con respecto al psicoanálisis con inmensas consecuencias clínicas.

La clínica del retorno a Freud desplegada en la Dirección de la cura (J. Lacan) es una clínica de la transferencia que se enfrenta con la contra transferencia y su ilusión intersubjetiva presentando al analista como voz y mirada, dos registros de objeto en la cura.

Pero además abordará, con la lógica del significante, el lugar del analista en la cura y su responsabilidad en el discurso para desarrollar correctamente su accionar.

No sólo se trata en la Dirección de la cura de la situación del psicoanálisis en 1958, de Transferencia e Interpretación, sino del final de un análisis como única salida a un análisis infinito.

Como lo expresa Eric Laurent: "El clasicismo de Lacan convida a los analistas siempre superados por su acto a una nueva ética del psicoanálisis. Esta preocupación ética le permite a Lacan producir una clínica de la psicología de las masas, sin par luego de Freud. Del análisis de las consecuencias del nazismo hasta el análisis de las consecuencias del desencadenamiento del discurso de la ciencia, Lacan mostrará que la clínica de la adaptación del hombre a su medio es una farsa siniestra. Si el retorno a Freud de Lacan es un movimiento de un gran clasicismo es porque supo reanudar un diálogo con el fundador del psicoanálisis, en las fuentes más vivas del enigma que su goce no deja de plantearle al ser hablante".

*Psicoanalista. Miembro EOL Rosario