Jueves, 1 de noviembre de 2012 | Hoy
PSICOLOGíA › SEGUNDO COLOQUIO SOBRE LA DIRECCIóN DE LA CURA DE LA EOL
Los caminos de la salud mental entendida como la normalización de un sujeto se separa del psicoanálisis. Cada uno deber encontrar lo más particular de su ser para adquirir eso que el neurótico no consigue, tener "certeza de vivir".
Por Jorge Chamorro*
La clínica lacaniana tiene como marco un relato. En este punto es solidaria de la formulación freudiana, que sostiene que lo que se analizan no son sueños, sino relatos de sueños. El sueño soñado está perdido. Si las vidas y sus avatares están en primer plano, es inexorable que el analista en lugar de dirigir curas, conduzca a personas. No es esta su función, sino trabajar en las condiciones que determinan una vida. Trabajamos sobre la causa, no sobre el efecto.
El síntoma es el primer orientador de un psicoanálisis, entendiendo como tal un obstáculo que se repite, provoca malestar, y el sujeto percibe. Es cierto que hay sujetos que carecen de sensibilidad a los propios síntomas. Más que sufrirlos los hacen sufrir. El análisis de un sujeto se hará posible cuando los que lo rodean dejen de alojar estos síntomas.
En estos casos, el primer trabajo a realizar es el reconocimiento de los propios síntomas. La respuesta psicoanalítica a las parejas en conflicto puede ayudar mucho en este camino. Sabemos que las parejas, en algunas oportunidades, se unen por el amor, pero éste nunca es puro, siempre se acompaña de síntomas. Recordemos que amor y dolor son una pareja indisoluble. Romeo y Julieta estarán para recordárnoslo.
Los celos van con el amor. Es el sentimiento de que algo escapa. La promesa de la totalización "es todo para mí", siempre falla. Facebook, mensajes de texto son los vehículos actuales que hacen presente esta falla, cuando hacen aparecer lo que se quiere ocultar.
El relato plasma lo que cada uno conoce de sí, de sus malestares, sufrimientos, angustias, también de sus ideales y esperanzas. En este punto es necesario retomar la formulación griega "conócete a ti mismo", tal como Michel Foucault la entiende, no como autoconocimiento sino como ascesis de sentido. Insight, autoayuda, no son los caminos del psicoanálisis. Todo lo contrario, se trata de la pérdida de sentido. Es lo que separa al psicoanálisis de las psicoterapias, que responden con sentidos.
La sesión corta, plasma este camino de recorte de sentidos. Se trata de una operación de reducción, que extrae rasgos de lo que dice un sujeto. Recordemos aquella vieja ironía: sabe muchas razones de lo que le pasa, pero igual le sigue pasando.
El síntoma, que es lo que nos hace sufrir, se alimenta de sentidos, lo que comúnmente llamamos explicaciones. Pretender buscar las causas de lo que nos ocurre es el camino de la razón. Freud hizo presente satisfacciones que no responden a la ilustración, que son imposibles de absorber por la conciencia, porque funcionan a pesar de ella.
Es una cierta ironía decir lo hice inconscientemente. No hay posible conciencia del inconsciente. El inconsciente tiene vías propias que no son los de la voluntad.
La esperanza, las metas, los proyectos forman parte de estas emboscadas de la razón. Se notan fácilmente las trampas de la esperanza. Nos dice, que lo que tenemos no alcanza, pero nos promete que ya vendrá. No deja de tener resonancias religiosas en la "otra vida".
La antedicha formula: "quiero pero no puedo" separa el camino del cognitivismo del psicoanálisis. El cognitivismo responde naturalmente al "no puedo", los síntomas son obstáculos que hay que levantar. En cambio el psicoanálisis se pregunta: ¿por qué lo quiere? Considera que el síntoma es el querer mismo, que encierra verdades que hay que escuchar. El querer siempre tiene un horizonte de impotencia que desconoce que hay imposibles. Recordemos que en diversos planos no reconocer imposibles, tiene su precio. Gobernar sin tenerlos en cuenta, hace surgir naturalmente la violencia. En el plano individual no dudemos, cada vez que se produce un hecho violento hay un imposible no reconocido.
Los caminos de la salud mental entendida como la normalización de un sujeto se separa del psicoanálisis. Este último se orienta más a los "cisnes negros" tal como los precisa Nassim Nicholas Taleb, matemático libanés, que demuestra los trastornos que provoca orientarse por la media estadística. Los cisnes negros son los que producen el impacto de lo altamente improbable. Cada sujeto deber encontrar lo más particular de su ser para adquirir eso que el neurótico no consigue, tener "certeza de vivir".
*AME de la EOL. Miembro de la AMP. BA.
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