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El Ejecutivo provincial no puede, no quiere o no se anima a decir que el déficit que arrojan las cuentas fiscales es a causa de la mala administración del gobierno que encabezó Hermes Binner. El envío del mensaje oficialista, proponiendo diferentes parches que le permitan obtener recursos, le impuso a la oposición parlamentaria la ineludible responsabilidad de buscar el equilibrio entre gobernabilidad y justicia.

En ese marco, y más allá de la discusión que llevó a determinar si la iniciativa del Frente Progresista fue un simple aumento de impuestos o una reforma tributaria, los diputados que firmamos esta declaración --Alicia Damiani, Avelino Lago, Eduardo Toniolli, Gerardo Rico, Busatto, Marcelo Picardi, Olga Coteluzzi, Oscar Urruty, Silvia De Cesaris, Héctor Acuña, Patricia Gazcue, Ricardo Olivera, Federico Reutemann y Luis Rubeo-- seguimos sosteniendo que quienes más tienen más deben pagar.

En consecuencia, podemos afirmar que logramos incorporar el debate en torno de la progresividad y equidad de los cambios introducidos en la política impositiva de la provincia de Santa Fe. Lo hicimos desde la adhesión al modelo nacional y popular nacido en mayo de 2003 de la mano del ex presidente Néstor Kirchner, al que ahora da continuidad la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que tiene entre sus premisas fundamentales el crecimiento económico con justicia social y redistribución del ingreso.

Así, la baja en el impuesto inmobiliario urbano propuesto por este grupo de diputados favorecerá tanto a los sectores más vulnerables como a la franja de ingresos bajos y medios, ya sean propietarios o inquilinos, quienes vienen soportando reiterados aumentos en los servicios de luz, agua y del transporte público.

Una vez más, justicia y equidad fue lo que nos llevó a ponderar el revalúo del impuesto inmobiliario rural que no era modificado desde 1974, al mismo tiempo que pusimos en consideración la necesidad de defender las pequeñas unidades agrícolas, la agricultura familiar, las huertas comunitarias.

En el mismo sentido, nos propusimos desgravar a las cooperativas de trabajo y empresas recuperadas que no llegan a facturar dos millones y medio de pesos anuales, en consonancia con las políticas de estímulo que hacia ese sector lleva adelante el gobierno nacional.

Hemos sido leales al pueblo santafesino, quien nos honró con su voto. Hemos aportado al debate los valores de la política, al no discutir tan sólo alrededor de las necesidades financieras.

Y algo muy importante, a la hora de tomar decisiones: nos hemos hecho cargo.