En menos de 24 horas, el Frente Progresista Cívico y Social mostró a los santafesinos lo endeble de su construcción. Al menos en sus niveles dirigenciales, donde se ha privilegiado la exposición publica antes que la mesa de negociaciones. A la ridícula visita del tándem Fascencini﷓Michlig al gobernador Jorge Obeid, el socialista Hermes Binner replicó con una visita al departamento San Justo en compañía de dirigentes del ARI como Antonio Riestra, el diputado Marcelo Brignoni de Encuentro Popular y el intendente de San Justo Rodrigo Borla, del sector que lidera en la interna de la UCR Carlos Iparraguirre. Además de los diputados provinciales del socialismo Antonio Bonfatti y Raúl Lamberto.

Mientras los senadores radicales se ocuparon de alabar al gobernador de la provincia, el ex-intendente socialista se dedicó a destacar algunas virtudes del presidente Kirchner.

Estas actitudes, más propias de adolescentes celosos que de dirigentes adultos, no se compadecen con el mensaje de cambio y progreso que principalmente Hermes Binner quiere transmitir a la sociedad.

Y si bien la "primera piedra" la tiraron los radicales -que fueron a entrevistarse con Obeid para hablar de nada y sacarse la foto- la respuesta de Binner no pareció la más adecuada aún cuando se midió en sus criticas a sus "aliados" por haberse producido la noche del viernes el deceso de la madre del senador Fascendini. Al menos ese recato estuvo presente a la hora de hablar de la actitud de sus socios.

En rigor, la actitud especialmente de Michlig y también de Fascendini es la del despechado. Hasta Obeid los tomó el solfa cuando les dijo a los periodistas "¿a qué no saben quiénes vienen hoy?". Para lanzar luego una carcajada cuando una periodista preguntó si "les hizo llenar la ficha".

Las explicaciones del encuentro -por parte de los visitantes- no tienen la menor importancia, nadie les prestó atención, y es probable que no se repita un encuentro similar. En todo caso, cuando los autoproclamados candidatos vean que no son tales, tendrán que recoger el barrilete y ver dónde se acomodan. Hasta tanto lo que parecen estar haciendo es intentar cumplir la promesa de Juan Millet que se despidió del último de los encuentros sentenciando cual Montecristo "hasta ahora trabajamos para el triunfo de Binner, desde ahora lo haremos para que pierda" -música de "psicosis", cae el telón, aplauso atronador-. Y si algo hay que reconocer tanto al ex﷓rector de lo que queda de la Universidad Nacional de Rosario, como a sus contertulios de la dirigencia es que pueden cumplir su promesa. Más aún, tal vez sin proponérselo ya están "trabajando" desde hace tiempo para la derrota. Basta revisar la imagen que proyectan sobre la sociedad para darse cuenta que cuanto más aparecen menos chances tiene el sector de ganar una elección. En el mejor de los casos son desconocidos para el gran electorado, y sin embargo se han dado el lujo de "correr con la vaina" a quienes tienen votos en serio.

Ya se dijo aquí mismo que para que todo eso ocurriera fue necesario el concurso y la aceptación de un sector dominante del socialismo que al día de hoy parece haber cambiado de actitud. Sin embargo eso va a quedar completamente confirmado al momento de sostener la decisión de Binner entorno al nombre del vice y la conformación de las listas.

Es una buena señal que ayer en la recorrida haya estado el intendente Rodrigo Borla no sólo porque es un referente territorial con votos, sino porque no es el primero ni el único dirigente radical que prioriza su vínculo con Binner a la "disciplina partidaria" que desde el Comite Provincial intenta aplicarse. Pero aunque falte un año para el comicio y mucho tiempo para definir las listas, ya aparecen algunas certezas; Fascendini tiene mas chances de ser candidato a gobernador por el sello UCR que vice por el Frente Progresista. Y después del "estorque" de ayer no hay camino de retorno. Lo bueno para Binner -y malo para los jugadores de truco del radicalismo- es que en los diferentes departamentos no se han alzado voces de respaldo al autoproclamado vice y sus adláteres, más aún algunos dirigentes como Lilia Puig de Stubrin últimamente y Luis "Changui" Cáceres la semana pasada, abonaron la hipótesis de "mujer de Santa Fe" que sostienen los socialistas. La diputada Stubrin -que reúne esas condiciones- fue más allá y avaló la candidatura de la Fiscal Griselda Tessio, sin dudas la preferida de los socialistas.

El problema que se presenta de cara al futuro para los radicales no es la conformación del frente -que amenazan con romper- que se dará naturalmente, tal vez sin la "bendición" de la cúpula pero con la participación de las bases, sino qué hacer con aquellos que "tiraron la gorra muy lejos" y hablaron de ruptura, "trabajar para perder" y otros malos augurios. ¿Van a estar en las listas? Si bien los socialistas cuentan con la "comodidad" de una elección desdoblada -no sólo porque el nombre Kirchner no estará en las boletas- es probable que para entonces ya se hayan conformado las listas para la elección nacional. Se sabe que a Binner lo desvela el triunfo en la provincia, y que su idea es ser "generoso" a la hora de armar las listas y eventualmente el gabinete. Pero de allí a "dormir con el enemigo" hay paso muy estrecho, y más de un dirigente socialista que se pone ahora cerca suyo, alguna vez le ha tendido la cama.

"Si algo hay que aprender del peronismo es su vocación por el poder" dijo a este cronista un dirigente del radicalismo rosarino que "públicamente no habla". Pero para no dejar dudas utilizó un figura aún más clara: "Después de mucho tiempo tenemos en nuestra granja a la gallina de los huevos de oro, y dos o tres angurrientos se la quieren como en un puchero".

La descomedida comparación requeriría en este caso la complicidad de los otros granjeros -los socialistas, el ARI, los vecinalistas- y sobre todo que "la gallina" se deje atrapar. Por ahora ninguna de las dos cosas parece probable pero tampoco imposible.