A sólo 30 días de vencer la ordenanza que habilita la libre circulación vehicular en el microcentro de la ciudad, el Ejecutivo tiene decidido elevar al Concejo un proyecto para prorrogar esa opción aunque impidiendo que los autos estacionen. Como el estacionamiento medido y pago en la city lo explota el propio municipio, no habrá problemas legales con la concesionaria Tránsito Rosario, que maneja el sistema en otras 200 cuadras. Teniendo en cuenta que la concesión finaliza en febrero pasado, la municipalidad ya está elaborando los pliegos para lanzar en breve la licitación que permitirá volver a dejar en manos de un privado el gerenciamiento del estacionamiento medido y las grúas. "Será muy similar al sistema actual pero habrá más control, más fiscalización para evitar los problemas que tenemos en la actualidad", adelantó a Rosario/12 el subsecretario de Servicios Públicos, Gustavo Leone quien no descartó que la prohibición de estacionar se extienda a otras cuadras del centro "donde circulan muchas unidades del transporte urbano".

La decisión de mantener sin restricciones el ingreso de autos particulares al microcentro la promovió el propio intendente Miguel Lifschitz. En plena campaña electoral el jefe comunal ya se había manifestado a favor de prorrogar la apertura al tránsito vehicular por entender que ello permitió incrementar la actividad comercial en la zona. Para Lifschitz los problemas de tránsito en el microcentro están relacionados con infracciones que se cometen a diario -en especial los transportadores de caudales para los bancos- más que con la circulación. Más aún: el intendente argumentó en reiteradas oportunidades que, de volver a restringirse el ingreso de autos al microcentro, el supuesto caos que allí se denuncia se trasladará a cuadras adyacentes.

El plazo en cuestión vence el 31 de octubre próximo. Lo fijó el Concejo el año pasado al prorrogar por 15 meses la ordenanza que regula la circulación en la zona, que durante 22 años estuvo vedada a los automovilistas particulares. Inicialmente, en el 2002, los ediles habían resuelto abrir el microcentro pero manteniendo restricciones durante el horario comercial, las que fueron eliminadas un año más tarde.

El subsecretario de Servicios Públicos confirmó a este diario que la intención del Ejecutivo es mantener la libre circulación en las calles San Luis, Rioja, Santa Fe y San Lorenzo entre Corrientes y Maipú. "Estamos trabajando de manera simultánea tanto el tema del ingreso de los autos al microcentro como la concesión del sistema de estacionamiento medido que se vence en febrero. Como son cuestiones relacionadas vamos a tratar de terminar los proyectos en conjunto", precisó Leone.

El funcionario confirmó lo que a esta altura era un secreto a voces: el municipio avalará el reclamo histórico de los comerciantes de la zona para que los automóviles particulares puedan seguir ingresando -sin ninguna reestricción- a la zona más caliente del tránsito rosarino. Nadie sabe bien si las ventas aumentaron en la zona porque los autos podían llegar hasta allí o simplemente por una conyuntura económica. De todos modos, nadie va a arriesgar.