Un hombre fue privado de su libertad por dos delincuentes quienes lo redujeron y encerraron en su propia camioneta. La esposa de la víctima advirtió la situación y avisó al Comando Radioeléctrico que, junto a la Brigada de Operaciones, logró encontrar a los secuestradores y frustar la operación. Estaban armados y en sus planes estaba incluído el pedido de rescate, por lo que toma fuerza la hipótesis de secuestro. La víctima tenía consigo gran cantidad de dinero con el que iba a pagarle a unos trabajadores a su cargo.

El hecho ocurrió poco después de las 6.30 cuando el empresario salía de su casa, en la calle Alsina 5256, en su camioneta Ford Courier con destino a las obras que supervisa. En el lugar lo redujeron y lo obligaron a introducirse en la camioneta de su propiedad. Según el testimonio brindado en Radio 2, por el comisario Hugo Cabral de la Brigada de Investigaciones Especiales, los delincuentes, en un principio, intentaron llevarlo hacia su casa pero el hombre se resistió y terminaron encerrándolo en la camioneta. Uno de los secuestradores partió en una moto y el otro se subió al vehículo de la víctima.

De acuerdo a fuentes policiales, la víctima, un contratista de obras de construcción, llevaba consigo gran cantidad de dinero para abonarle los sueldos a unos trabajadores, dato que los delincuentes habrían conocido con anticipación y los habría llevado a robarle.

El hombre fue trasladado en su propia camioneta hasta una vivienda precaria de un asentamiento irregular ubicado en Moreno al 6400. Hasta allí, de acuerdo a Cabral, se dirigieron integrantes de la Brigada, quienes encontraron la camioneta y se dispusieron a ingresar a la villa de emergencia, con la ayuda de personal del Comando Radioeléctrico.

En medio de la búsqueda, detuvieron a un joven que salía del asentamiento, al cual, se le secuestró un arma de fuego. Tras ello, los policías pudieron llegar a una casilla en la cual estaba el otro ladrón armado y junto a él, la víctima con una remera en su cabeza.

Según trascendió, los secuestradores portaban armas de calibre 32 y 9 milímetros. El procedimiento se realizó en unos veinte minutos por lo cual, el hombre secuestrado no permaneció mucho tiempo privado de la libertad.

Si bien, la provincia de Santa Fe no registra antecedentes de secuestros de personas, Cabral admitió que este episodio se trató de la privación ilegal de una persona y que los delincuentes tenían en sus planes el pedido de un rescate. Sin embargo, destacó que "se trata de un hecho aislado".