Mientras los automovilistas rosarinos comenzaron a disfrutar durante el fin de semana la rebaja de hasta un 15 por ciento en el precio de las naftas; los estacioneros independientes y el sindicato de trabajadores expresaron ayer su preocupación por la medida que se adoptó luego del acuerdo entre el gobierno nacional y las empresas petroleras, que obligó a retrotraer los precios de los combustibles al 31 de octubre del 2007. Walter Costa, titular de la Federación Argentina de Expendedores de Naftas del Interior (Faeni) dijo que la situación no hará variar el "faltante de naftas y gasoil", y con estos valores de referencia "se va a complicar aún más". Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones Independientes (ATI) denunció que con el acuerdo, muchas estaciones "estarán al borde la desaparición". Por su parte, Alberto Zárate, secretario adjunto del sindicato de Estaciones de Servicio de la provincia, indicó que los trabajadores "están muy preocupados por todo lo que está pasando", ya que "en el medio de todo estamos nosotros, que queremos conservar las fuentes de trabajo, y las patronales lo primero que hacen es meterle miedo al trabajador".

La rebaja en las naftas, que en la ciudad pudo apreciarse en aquellas estaciones que pertenecen a las empresas Repsol-YPF y Petrobrás, generó el rechazo de los estacioneros independientes, que pronosticaron un futuro negro para el sector debido a la baja en la rentabilidad, y dejaron trascender su preocupación por el problema del desabastecimiento.

Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, indicó que "con una nueva baja de precios, las estaciones que no son propiedad de las petroleras se quedan sin margen de ganancia, y así nos vamos a quedar sin estaciones de servicio".

Para el representante de las estaciones independientes, la medida tomada por el gobierno para retrotraer el precio de los combustibles es "política y mediática"; ya que genera un efecto positivo en el consumidor, pero "las estaciones de servicio continuarán cerrando en la Argentina". Además, el empresario no descartó que desde el sector se tomen medidas de fuerza en las próximas horas.

Las preocupaciones de los estacioneros repercuten directamente en el ánimo de los empleados del sector, quienes sostuvieron que con el acuerdo para hacer descender el precio de los combustibles, muchos de ellos podrían quedar en la calle. Así lo hizo saber el secretario adjunto del sindicato de trabajadores de la provincia, Alberto Zárate, quien en declaraciones radiales, manifestó: "Estamos muy preocupados porque esto prácticamente recién empieza, y nosotros como dirigentes haremos todo lo humanamente posible para impedir que haya despidos".

Según el dirigente gremial, el que se avecina "es un problema que lo tienen que arreglar las petroleras y el gobierno. Esto no es culpa del trabajador, la variable de ajuste siempre cae sobre la espalda del trabajador". Para Zárate, el problema se desató "por las medidas del gobierno, que les cortó la exportación a las petroleras. Pero antes, cuando cobraban lo que cobraban, nadie decía nada".

En una breve recorrida por la estaciones de servicio del centro de la ciudad pudo advertirse que, por ejemplo, en la YPF de 3 de Febrero y Oroño, las naftas premiun bajaron de 2,799 pesos por litro a 2,499; mientras que la súper descendió de 2,209 a 1,970. En tanto, el gasoil en las estaciones Petrobrás, que el viernes costaba 2,149 por litro, ayer se comercializaba a 1,697.

En tanto, las estaciones pertenecientes a la empresa Esso, que también acordó con el gobierno, y la empresa Shell, que fue la única que quedó fuera del acuerdo, hasta ayer no habían modificado los valores en las pizarras. De todas maneras, la entrega de combustible en las estaciones no superaba los 300 litros, por lo que habrá que ir adivinando cuáles son las que puedan abastecer normalmente a los automovilistas rosarinos.