La causa Ossola - considerada por la propia Justicia como "una de las mayores estafas perpetradas en Rosario en los últimos 50 años"- tiene desde ayer cuatro procesados: tres miembros de la familia que manejaba la céntrica financiera a la vez agencia de turismo y una contadora allegada a la firma por "estafas reiteradas". La jueza Alejandra Rodenas, a cargo de la instrucción, procesó a tres integrantes de la familia propietaria de la agencia bursátil clausurada y a una contadora por "16 hechos comprobados" de estafa, según reveló la magistrada, luego de notificar a las partes. Los procesados son Carlos, Enriqueta y Guillermo Ossola, y la contadora Mónica Todeschini. Los dos primeros como coautores y los otros dos como partícipes primarios. Cada uno de ellos fue embargado por un millón de pesos. En total serían casi 300 los damnificados por las maniobras fraudulentas.

La jueza dictó ayer el procesamiento de Carlos Alberto Ossola, Ileana Enriqueta Ossola, Guillermo Enrique Ossola y Mónica Cristina Todeschini por la presunta comisión del delito de estafas reiteradas (16 hechos), en concurso real, en calidad de coautores a los dos primeros y en calidad de partícipes primarios a los dos restantes (artículo 172 en función de los artículos 55 y 45, todos del Código Penal).

De igual modo Rodenas transformó en prisión preventiva la detención que el primero viene sufriendo, confirmando la libertad oportunamente concedida a Ileana Enriqueta Ossola y a Guillermo Enrique Ossola y ordenando la prisión preventiva de Mónica Cristina Todeschini; y mandando trabar embargo sobre los bienes de cada uno de ellos hasta cubrir la suma de un millón de pesos para cada uno de los mencionados.

La jueza dictó además el falta de mérito para Luciano Mario Ossola, Florencia Ana Ossola, Gilberto Ferdinando Ercoli y Luis Fernando Sabini, por la presunta comisión del delito de estafas reiteradas.

La causa se había iniciado a principios del año pasado y de los procesados, sólo Carlos Ossola estaba detenido, aunque gozaba del régimen de prisión domiciliaria.

Rodenas admitió que apostaba a que la instrucción se realizara con los imputados en libertad ante la presunción de que iban a colaborar con la Justicia, pero luego cambió de postura al detectar que hubo ocultamiento de pruebas de los imputados. De hecho, en un allanamiento en la casa de una anciana de la familia Ossola, se halló todo un cuarto con carpetas y elementos informáticos que estaban ocultos allí y que se convirtieron en pruebas fundamentales de la causa. Sin embargo, la Cámara concedió a Carlos Ossola la detención domiciliaria y a Enriqueta la excarcelación.

Si bien son 16 casos, independientes entre sí, los que llegaron a la Justicia penal, un total de 295 personas figuran entre los damnificados por las maniobras de la operadora Ossola SA. La pérdida que ocasionaron a los inversores las maniobras de la firma rondarían los 14 millones de dólares, según denunció en su momento la Comisión de Mercado de Valores de la Bolsa de Comercio de Rosario.

La magistrada se mostró satisfecha con lo que fue la instrucción de la causa en la que se investiga "una de las estafas más grandes en la historia de la provincia" y con la celeridad con que se trabajó.