"La verdad es que la situación es tremendamente preocupante. Prácticamente no tenemos harina y sin ese insumo no podemos trabajar. Si la situación no cambia en las próximas horas, vamos a tener que bajar las persianas y no abriremos hasta que todo se solucione". El panorama lo trazó ayer Gerardo Di Cozco, presidente de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario quien estimó que en el transcurso de esta semana la totalidad de las 700 panaderías que funcionan en la ciudad no tendrá stock para abastecer a sus clientes al no poder arribar a la región los camiones que transportan harina desde los molinos. Di Cozco advirtió sobre las consecuencias que ello traerá aparejado para el sector: suspensión de personal y ruptura de la cadena de pagos.

Hace varios días que los industriales panaderos vienen advirtiendo sobre la escasez de harina para poder producir en sus locales. La situación se agravó notablemente en las últimas horas. "Directamente los camiones no salen desde los molinos ante el congestionamiento y los piquetes que hay en las rutas, con lo cual el panorama es muy complicado", planteó Di Cozco en declaraciones a LT8.

Según el presidente de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario "muchas panaderías ya no tienen con qué producir, sólo el 20 por ciento debe tener algún remanente que ante la demanda sostenida seguramente alcanzará para pocas jornadas más. Con lo cual, si no cambia la situación esta semana no habrá pan ni facturas en la ciudad".

En ese sentido, Di Cozco alertó sobre las consecuencias negativas que ello traerá aparejado para todo el sector. "Si bien en muchas panaderías gran parte del personal que atiende es parte del círculo familiar, hay obviamente empleados que no tendrán qué hacer y tal vez debena ser provisoriamente suspendidos. En realidad en estos días seguramente las 700 panaderías que hay en Rosario van a terminar bajando sus persianas", sostuvo, con algo de resignación el dirigente industrial.

"Lo que entienden algunos -continuó- es que nosotros a fin de mes tenemos que pagar los servicios, la luz, el gas, el agua y los impuestos y no nos está entrando un peso. Esto tiene una consecuencia directa que es la ruptura de la cadena de pagos", aseveró.

Al respecto Di Cozco confirmó que el sector mantuvo contactos informales con autoridades provinciales y nacionales para encontrar alguna alternativa el conflictivo escenario. "Si la solución de fondo no aparece rápido, en algún mecanismo novedoso habrá que pensar porque la situación es muy complicada para pequeños y medianos empresarios", indicó. En algunas panaderías el malestar estaba vinculado con el aumento de la escasa harina que superaba el 50 por ciento.