La remodelación integral de la avenida Albert Sabin, conocida como Travesía, avanzó ayer con la apertura de los sobres de la licitación. Las siete ofertas presentadas "pertenecen a firmas de la región" y "cotizaron un once por ciento por encima del precio oficial", indicó el gobernador Hermes Binner, en un reconocimiento del efecto de la inflación sobre la obra pública, ya que el presupuesto inicial fue de 37 millones, pero las cuatro ofertas más bajas rondan los 45 millones. "A partir de estas obras comienza a asomar la gestión propia", afirmó el ministro de Obras Públicas, Hugo Storero, quien consideró que hasta ahora fueron "respetuosos de la continuidad de los actos de Estado" y por eso le dieron a su área una "prudente continuidad en relación a obras que venían de la gestión anterior".

La obra comprende la construcción de una avenida de doble mano, con cantero central y cordón cuneta, en una extensión de más de tres kilómetros, entre avenida Sorrento y bulevar Avellaneda. El plazo de ejecución es de 18 meses. Esta remodelación permitirá completar uno de los principales corredores de ingreso a Rosario desde Santa Fe, en el norte, y desde el aeropuerto internacional Islas Malvinas y ruta nacional 34, en el oeste. La traza enlazará los accesos desde el norte ﷓por Camino de los Granaderos y avenida Casiano Casas﷓ y desde el oeste ﷓por avenida Sorrento﷓ con el nudo vial del parque Scalabrini Ortiz, en el borde de la zona central de Rosario.

La avenida Sabin fue construida a lo largo de un antiguo corredor ferroviario. Por ello, su ancho es variable y con líneas de edificación no alineadas. En la actualidad, su traza es irregular. Se desarrolla, por sectores, en una o dos calzadas asfálticas precarias, a nivel no definitivo. Además, su recorrido se encuentra interrumpido por un asentamiento irregular. Es por eso que el plan contempla el traslado de las familias que habitan en esa zona para liberar la traza. Una vez que esté resuelto ese aspecto, prevén la iluminación integral, parquización, forestación, obras de desagües pluviales y cloacales, construcción de veredas, señalización y también equipamiento urbano.

Por las características de la obra, Binner consideró que "es muy importante porque va a unir el tránsito vehicular de una zona muy populosa de la ciudad". Por su parte, el intendente Miguel Lifschitz expresó que se trata de "una obra fundamental para Rosario, diseñada y proyectada cuando Binner era intendente". El actual jefe comunal la definió como "una obra clave desde lo vial".

También Storero ponderó las obras en la avenida de la Travesía como "un paso decisivo en la traza urbana de Rosario, a fin de hacer más ágil su comunicación vehicular con el norte de la misma. Una obra reclamada por la misma Municipalidad desde el inicio de nuestra gestión, dado sus actos fallidos en previas licitaciones".

De las siete empresas que presentaron propuestas, el menor presupuesto correspondió a Rava SA de Construcciones, que ofertó por 45 millones 374 mil pesos, mientras Supercemento, Obring y Edeca rondaron una cifra similar, sin llegar ninguna a los 46 millones. En cambio, los precios más altos correspondieron a la UTE Rovial SA y Milicia, que estimó la obra en 47 millones; así como UTE Panedile, Estructuras SA y Boetto y Butigliengo, que lo hizo en 50 millones, y Novella Carranza, que estiró el número a 52 millones.

En tren de definir el perfil propio de la gestión en su área, Storero afirmó que "será mucho más categórica y decisiva en términos estratégicos de cara a 2009". Según adelantó, a partir de esa fecha "aparecerán obras que seguramente tienen que ver con la modernización y adecuación de la provincia y de sus principales comunicaciones".