Mañana se conmemora el Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, "un flagelo social extremo y extendido a toda la sociedad", aseguró la concejala socialista Mariana Alonso, quien impulsó el proyecto de creación de Servicios Especializados en Prevención y Atención de la Violencia hacia la Mujer en el Ambito Familiar, que se aprobó la semana pasada y que pondrá a Rosario en el segundo lugar de ciudades que cuentan con estos servicios en todo el país.

"Esto es un paso para visibilizar y seguir desnaturalizando la violencia de género, en este caso en situaciones familiares y garantizar en forma permanente a las mujeres de Rosario que van a existir los Servicios Especializados de Atención más allá del gobierno de turno", señaló Alonso y explicó que "esta ordenanza incorpora cuáles son los criterios de abordaje: enfoque de derechos humanos, enfoque de género, asistencia gratuita, atención interdisciplinaria, asesoramiento y privacidad. Criterios de abordaje que hacen a una correcta y certera intervención de los equipos de violencia desde un enfoque de derechos y garantizando la no violación de los derechos humanos".

Teniendo en cuenta que "de 2003 a 2007 el porcentaje de atención del Programa de Violencia de la ciudad aumentó en un 34 por ciento" y que "el 97 por ciento de los llamados al teléfono verde corresponden a mujeres víctimas de violencia", Alonso destacó que "el objetivo de estos servicios es saber que la violencia dentro de una familia tiene género y edad, por eso es importante que se distinga cuál es el abordaje especial para mujeres y cuál para el maltrato y el abuso infantil", porque "a partir de 1996 el Programa de Violencia Familiar del Municipio comenzó a crear servicios específicos para la violencia de género en situación domésticas, y después de diez años consolidó varios servicios ﷓de asistencia, de contención, de albergue y de recepción de denuncias﷓ pero lo que la comunidad internacional está sugiriendo es que dentro de los programas de violencia familiar se visibilicen los abordajes diferenciados entre niños y niñas, y mujeres, ya que sabemos que son los sujetos más vulnerables en esta relación intrafamiliar".

En este sentido, recordó que "el año pasado el Concejo Municipal aprobó la ordenanza que especifica cuáles son los abordajes para el abuso y el maltrato infantil", pero "lo que faltaba en Rosario era especificar dentro del Programa de Violencia Familiar cuáles eran los servicios hacia las mujeres". Entonces "esta ordenanza lo que trata de hacer es ratificar no sólo como una voluntad política el abordaje hacia la violencia familiar sino como una política pública de Estado, porque en la ordenanza no sólo garantizamos los servicios específicos de atención de violencia hacia la mujer sino que en uno de los artículos incorporamos la obligación que tiene el Municipio de propender a incorporar permanentemente estructuras y recursos presupuestarios y financieros para este Programa".

De este modo, "lo que se asegura es que los albergues existentes no sean destinados a otro funcionamiento sino que se asegure el funcionamiento de albergues de protección de mujeres víctimas de violencia con sus hijos e hijas, siempre en situación de riesgo de vida como consecuencia de violencia", explicó la edil y agregó que también "es importante que a partir de ahora se van a calcular presupuestariamente cuáles son los servicios de violencia familiar hacia la mujer, que antes estaban englobados en el Programa de Violencia Familiar".

Además, puntualizó que "esta ordenanza también avanza en la creación de una red permanente para erradicar la violencia de género", que "si bien Rosario había avanzado en un tratamiento interinstitucional con organizaciones no gubernamentales, con esta ordenanza queda en pie la obligación del Area de la Mujer de convocar al gobierno provincial, a las universidades y a las ONG que vienen trabajando el tema para seguir debatiendo mejores propuestas para erradicar la violencia de género".

Al respecto, consideró: "Como Estados tenemos la obligación de concientizar permanentemente a la población sobre este fenómeno, tratar de aplicar políticas preventivas que democraticen las relaciones sociales y exigir y controlar al Estado para que esas mujeres que son víctimas de la violencia no solamente sean protegidas, sino que a través de la asistencia y la contención podamos conjuntamente con las mujeres construir proyectos autónomos, libres de violencia, porque ahí también radica la obligación del Estado: No solamente en tener medidas judiciales que protejan inmediatamente a la víctima de violencia y apliquen un cese inmediato de la misma, sino que deben existir también programas de atención que construyan con las mujeres otro posicionamiento social, un proyecto de vida libre de violencia. Me parece que ese es el objetivo final de un programa de atención de la violencia: que trate de ser en estos servicios una oportunidad para las mujeres".

Por último, señaló que "las políticas de modificación de posturas y roles sociales se dan a partir de políticas preventivas: crear nuevas relaciones entre mujeres y varones, tender a discutir nuevas masculinidades, a romper con la jerarquía de las relaciones entre varones y mujeres, y a implementar políticas educativas no sexistas. Esas políticas preventivas hacen a la erradicación de la violencia de género y a construir relaciones más democráticas".