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La municipalidad distribuyó entre los propietarios de licencias de taxis y peones una declaración jurada para determinar la cantidad de unidades que incorporarán el año próximo una barrera de protección física entre el chofer y el pasajero para reducir así el riesgo de asaltos. De acuerdo a la ordenanza sancionada por el Concejo, el blindex será obligatorio para los modelos 0 kilómetro que se incorporen a partir de 2010, mientras que para la flota actual su aplicación dependerá del acuerdo entre las partes. "Si el chofer lo exige, aunque el propietario no esté de acuerdo, deberá incorporarse el dispositivo", aclaró el director de Transporte, Mariano Savia. El secretario general del Sindicato de Peones, Horacio Boix, confió a este diario que desde el gremio recomiendan a sus afiliados "no firmar el formulario porque eso implica firmar nuestro propio certificado de defunción, incluso las ART podrían no responder ante las agresiones que recibamos si aceptamos no poner la barrera de protección". El presidente de una de las cámaras, admitió a Rosario/12 que su sector es partidario de sumar al taxi sólo el botón de pánico y el rastreo satelital GPS. "El blindex es complicado por las dimensiones de los autos y porque las aseguradoras no cubren cualquier incidente que ocurra", explicó José Tornambé, de Catiltar.

Si bien durante estos días los mayores esfuerzos del municipio están concentrados en garantizar la prestación de los servicios públicos con normalidad durante las fiestas, en pararelo la comuna trabaja por estas horas en la aplicación de la ordenanza que aprobaron los concejales el 11 de julio pasado tras una serie de asaltos a taxistas.

A fines de febrero las 800 unidades que brindan el servicio nocturno deberán contar con sistema de posicionamiento global (GPS) para ubicar a los coches en comunicación con el municipio y la policía, cámaras que fotografíen al pasajero y micrófonos que puedan transmitir la conversación a bordo. A fines de julio vencerá el plazo para que se sume el resto de la flota.

"La idea original era poner en marcha las medidas de seguridad en el servicio nocturno antes de fin de año, pero no se pudo por dos razones: la crisis que atraviesa el país y la campaña de asesoramiento que iniciamos con los propietarios de licencias y los choferes", reconoció el titular de la Dirección de Transporte para después comentar además que hubo reuniones con autoridades del Banco Municipal para acordar líneas crediticias accesibles para financiar la adquisición de la nueva tecnología.

Al mismo tiempo, la semana pasada Servicios Públicos distribuyó entre propietarios de licencias y peones un formulario de declaración jurada para que ambas partes dejen sentada su postura en torno a otra de las exigencias de la ordenanza 8295: la barrera de protección física entre el chofer y el pasajero para reducir la posibilidad de robos y agresiones.

Los ediles establecieron la obligatoriedad de su incorporación para las unidades 0 km desde principios de 2010. Para la flota actual ﷓3600 chapas﷓ los concejales resolvieron sujetar su adquisición a potenciales acuerdos entre las partes, algo que parece poco probable según un sondeo informal que realizó este diario.

Mientras la mayoría de propietarios de licencias se inclina por evitar el blindex, los choferes adelantaron que reclamarán al menos una malla metálica de separación "que evite el contacto con los pasajeros". "Le estamos recomendando a los compañeros que no firmen el formulario como plantean los dueños de las chapas porque eso implicaría firmar nuestro propio certificado de defunción. Si después nos pasa algo las ART van a decir que nosotros mismos no quisimos quedar a resguardo por negarnos a utilizar el sistema", reflexionó Boix.

Distinta es la mirada de Tornambé. "Es inviable con las actuales unidades sumar el blindex, no dan las dimensiones, el aire acondicionado no llega al pasajero y el seguro no cubre los accidentes que puedan ocurrir. Vamos a insistir con el GPS y el botón de pánico", indicó. El plazo para presentar los formularios vence a fines de enero. Savia remarcó que de no haber acuerdo y exigir el chofer el sistema, deberá aplicarse.