En octubre del 2007, y después de consumir durante cuatro meses productos dietarios de venta libre de la marca Herbalife; una joven rosarina, que en ese entonces tenía 21 años, comenzó con problemas en su salud, y debió ser internada con un shock alérgico en el Hospital Centenario. Los médicos, que en un primer momento le diagnostican farmacolemia (intoxicación por fármacos) y fiebre, tuvieron que trasladarla a una sala de terapia intensiva debido a una insuficiencia respiratoria. "Estuvo 10 días internada con un respirador artificial. Poco a poco fue respondiendo bien al tratamiento y finalmente fue externada. Pero desde el momento que dejó el hospital, la joven continuó hasta el día de la fecha con consumo de corticoides porque no logró recuperarse de las secuelas de la patología que padeció", explicó a Rosario/12 el abogado de la joven, Horacio Allende Rubino, que presentó una acción civil individual por daños y perjuicios en el juzgado Civil de la 2° Nominación.

Según Allende Rubino, la demanda, presentada el pasado 4 de marzo, "está fundada en una relación de consumo, porque entendemos que Herbalife responde en el marco de la Ley de Defensa del Consumidor, del artículo 42 de la Constitución Nacional, que también defiende al consumidor; ya que debería, aunque sea muy bajo el porcentaje de las personas que puedan sufrir un efecto adverso alérgico, por el consumo de sus productos, indicar claramente que esto puede llegar a pasar".

"Si mi clienta hubiese sabido eso; si los productos de Herbalife se vendieran con una inscripción que diga que hay que consultar a un médico antes de consumirlos, quizás todo esto se hubiese evitado", señaló el abogado, quien entiende que "la empresa pregona que se pueden consumir sin problemas y que no hace falta consulta médica. Ellos dicen que simplemente es un suplemento dietario e insisten en que no son fármacos, pero en realidad se está consumiendo una pastilla producida químicamente".

Lo curioso de la situación es que la joven comenzó a consumir los productos de Herbalife porque su madre era distribuidora en Rosario. "Se los proveyó convencida de todo lo que la empresa le dice a ella cuando la entrena para venderlos. Para que una madre le de productos a la hija, tiene que estar sumamente convencida de lo que la propia empresa le dice", apuntó Allende Rubino.

Si bien en Argentina no se registraron casos, Herbalife tiene una larga lista de problemas: fue demandado en Estados Unidos, en tanto el ministerio de Salud español emitió un comunicando advirtiendo sobre el consumo de estos productos, y también existen casos en Israel, Suiza e Islandia. En otros países de América Latina -Colombia, Perú y Paraguay﷓ los productos se venden con limitaciones, y no se permite la venta libre.

Por tal motivo, y en el marco de la prueba ofrecida en los Tribunales Provinciales, Allende Rubino pidió que se oficie a las embajadas de todos esos países "para que informen si los productos son de venta libre, están sujetos a restricciones o prohibiciones, y si se han detectado casos de afecciones a la salud como consecuencia de la ingesta de los mismos. No pretendemos que Herbalife deje de vender estos productos, pero por una cuestión de buena fe, ellos tendrían que indicarlo en su prospecto".

Aunque trascendió que el monto reclamado como indemnización sería de 650 mil pesos, Allende Rubino prefirió explicar que "como en este caso no hay una indemnización tasada, se trata de una estimación. Esto tiene que ver con una incapacidad total que ella tuvo durante el tiempo que estuvo internada, con el hecho de que todavía tiene que seguir con medicamentos muy fuertes, como son los corticoides, y el daño psicológico, porque dejó de estudiar. En definitiva, el monto a determinar queda a exclusivo criterio del juez".