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Casi la mitad de la ciudad se quedó sin recolección nocturna de residuos durante la madrugada de ayer tras la suspensión del servicio dispuesta por los trabajadores del sector. Los recolectores tomaron esta medida a raíz de la presencia de una veintena de cirujas en la planta de transferencia de basura inorgánica en el extremo oeste de la ciudad, quienes acudieron en busca de elementos que luego venden, como cartón, botellas y chatarra. Comprometido el refuerzo policial y presencia de seguridad privada, al mediodía se normalizó el sistema. Para el subsecretario de Servicios Públicos, Pablo Seghezzo, lo ocurrido es "reflejo de la situación social, que provoca el aumento de la informalidad ante las dificultades económicas que atraviesa el país".

El funcionario municipal comentó que hubo "un problema puntual de inseguridad en el predio de la transferencia Gallino" ubicado detrás del predio deportivo que Ñuls posee en Bella Vista donde se reciben todos los residuos y se transfieren a camiones de mayor porte para ir al relleno sanitario de Ricardone. "Allí unas 20 personas no autorizadas ingresaron en horario nocturno al lugar para recuperar residuos y ante esta situación el sindicato local decidió suspender por razones de seguridad el servicio a partir de las 23", agregó.

En cuanto a las zonas afectadas, el subsecretario de Servicios Públicos confirmó que abarcaba a "un amplio sector, más o menos el 50 por ciento de la recolección, desde Oroño hacia el oeste, y desde 27 de Febrero para el sur, salvo algunos barrios que inician la recolección temprano. Todo lo que es el del macrocentro hacia afuera está sin recolección nocturna, la recolección diurna ha sido normal".

Ante esa situación, el municipio se reunió con la cúpula sindical y con las autoridades de la Unidad Regional II. "El comisario Toledo (jefe de la policía rosarina) enseguida brindó todo su apoyo y el predio se pudo despejar de personas, sin mayores inconvenientes", indicó Seghezzo, quien estimó la normalización del servicio en horas del mediodía.

Consultado sobre las razones por las cuáles se había registrado tanta presencia de cirujas en el predio, el subsecretario de Servicios Públicos lo atribuyó a "la situación social que se ha deteriorado en los últimos meses. Antes había cinco personas en las esquinas limpiando parabrisas y ahora hay muchas más. La caída en la actividad económica repercute en todos los sectores, pero más aún en la informalidad".

En declaraciones a LT8, uno de los trabajadores informales no ocultó su malestar ante la situación generada: "Esto nos perjudica, porque si hoy no podemos trabajar no llevamos nada a casa, no tenemos que darle a nuestras familias. Normalmente no venimos a la noche, hay otra gente que sí, por unos pagamos todos. Vamos a esperar al delegado a ver qué acuerdo puede haber, esperamos que podamos dialogar", señaló.