En Rosario circulan diariamente unas 400 mil motos según los cálculos estimativos de la Dirección de Tránsito Municipal, que diariamente remite al corralón un promedio de 15 motocicletas, por no contar con la documentación requerida o por diversas infracciones. El titular del área Mauricio Malano explicó que "hay cada vez más motos y también más infracciones porque muchos de los que adquieren estos vehículos desconocen las condiciones mínimas de manejo y las normas que regulan el tránsito". Por esta razón unas dos mil personas pasaron durante el 2009 por los cursos de capacitación obligatoria destinados a los conductores que quieran sacar su motocicleta del corralón. Las concesionarias explican que existe un aumento sostenido de las ventas desde el 2007 en adelante y proyectan un crecimiento del 25 por ciento para este año.

Como lo demuestran los informes de la Agencia de Seguridad Vial, la mayor cantidad de accidentes con muertes o lesiones graves se da entre los motociclistas. "Hay muchísimas más motos sobre todo de baja cilindrada, la cantidad ha crecido de una manera muy importante, supera al avance del parque automotor", insistió Malano al ser consultado. Y afirmó que en ese marco la municipalidad tiene dos caminos para prevenir accidentes: "Por un lado realizar un control estricto como el que hacemos todos los días y por otro lanzar una fuerte campaña de concientización vial", dijo.

Días atrás el propio secretario de servicios públicos Gustavo Leone había afirmado que la creciente cantidad de motos es una de las causantes de la pérdida de pasajeros que ha experimentado el transporte urbano de la ciudad y que el Ente municipal que regula al sector estudia algunas medidas para disuadir la compra masiva de estos vehículos.

Lo cierto es que quienes adquieren motos de baja cilindrada suelen ser asalariados que cansados de la poca frecuencia de algunas líneas en los barrios optan por movilizarse de manera independiente. "Los que vienen a comprar son obreros, gente de clase media baja que se lleva el rodado con financiación y termina pagando más del doble de lo que en realidad cuesta. Son personas que no podrán acceder a otro tipo de vehículos", explicó Flavio Acierne, propietario de una concesionaria ubicada en el oeste de la ciudad.

"Lo que tiene que hacer la municipalidad es bajar el precio del boleto. Con una moto un trabajador hace 70 km con un litro de nafta que cuesta a lo sumo cuatro pesos, mientras que con cuatro pesos apenas viaja dos veces en el transporte urbano", respondió Víctor Alonso, titular de Resonancias, una de las concesionarias más importantes de la ciudad. Y añadió: "Con 350 pesos mensuales una persona paga la cuota de la moto y se queda con un capital. Con el colectivo gasta y no le queda nada". El precio total de la inversión oscila entre 3500 y 6 mil pesos.

Por su parte los concejales de la oposición también salieron apegarle duro al oficialismo y a esgrimir que la verdadera materia pendiente es la de mejorar el servicio de transporte urbano: "Es ridículo. La gente que menos tiene compra motos en primer lugar porque un cuentapropista que trabaja de forma independiente esperando el ómnibus no puede hacer nada, y si es un trabajador en relación de dependencia teme perder el presentismo. Por eso lo que hay que hacer en lugar de quitarles la herramienta a los que menos tienen es construir un sistema de transporte que esté subsidiado en un 40 por ciento por fuera los usuarios", señaló el edil Hector Cavallero.

Alberto Cortés, tampoco coincidió con la lectura oficial de la problemática. "El municipio viene incumpliendo su obligación de dar un transporte público de calidad lo que ha obligado a mucha gente a buscar el recurso de la moto con lo cual no sería correcto que pretenda disuadir el uso de este vehículo, sí puede identificar los controles", opinó.

En este marco, el presidente del Ente del Transporte, Sebastián Bonet desestimó el tenor de los dichos de Leone pero adelantó a Rosario/12 que en marzo lanzarán un nuevo plan de movilidad para "seducir a la población con el objetivo de que opte por subirse al transporte público en lugar de a una moto".

Según las estimaciones conjuntas de los empresarios durante el año pasado las ventas crecieron un 20 por ciento y se espera que este año la situación mejore. "Rosario es uno de los lugares del país en donde más ha crecido la venta. Esperamos que en este 2010 los bancos tengan mayor liquidez y la gente acceda al crédito de una manera más simple, porque actualmente nos manejamos con las financieras que tienen intereses altísimos. Vamos a crecer por lo menos un 25 por ciento", proyectó Alonso.

Y respecto a la seguridad de los vehículos y la posibilidad de concientizar a los conductores todos coinciden en que es tan necesario como difícil. "A fin del año pasado nos reunimos con los principales concesionarios y nos plantearon que ellos pueden brindar asistencia sobre normas viales a quienes van a compran allí pero hay una realidad: las motos se venden también en supermercados o casas de electrodomésticos, con lo cual es muy difícil de regular", admitió Malano. El panorama planteado se afianza con un crecimiento sostenido en la venta de los rodados más económicos con la contrapartida de una creciente cantidad de infracciones y una disminución en el corte de boletos.