Un hombre que ingresó casi nueve días antes con un Accidente Cerebro Vascular (ACV) al hospital José María Cullen de Santa Fe falleció este jueves, mientras los trabajadores estatales del centro de salud se encontraban de paro. Según los familiares, apenas entró el enfermo, los médicos plantearon realizarle una cirugía que "fue suspendida"; primero, "porque había paro y faltaba un anestesistas", dijo una prima de Raúl Almada, de 40 años y tres días después, la volvieron a reprogramar "porque faltaban insumos", detalló. En tanto, el Director Técnico del hospital, Francisco Sánchez Guerra, señaló a Rosario/12 que no iban a practicarle una cirugía, sino "un estudio hemodinámico" y negó que haya faltado personal, porque "las áreas de urgencia estaban siendo atendidas". De todos modos, indicó que se investigará lo sucedido, pero advirtió que Almada "tenía antecedentes patológicos muy serios". Por su parte, el ministro de Salud provincial, Miguel Cappiello, apuntó contra los consejos de administración. El defensor del Pueblo de Santa Fe, Edgardo Bistoletti, recibió denuncias anónimas referidas a problemas de infraestructura del edificio.

Sánchez Guerra aseguró que tras las denuncias de los familiares del fallecido en los medios de comunicación, se comenzó una investigación de lo ocurrido, porque consideró que "hubo una falla en la comunicación entre el personal del hospital y los familiares". "Entiendo que estén enojados y buscando respuestas", pero aseguró que a la dirección del centro de salud "no llegó ninguna denuncia".

Al respecto de las confusiones, el profesional de la salud aseguró que lo que se le practicaría a Almada no sería una cirugía, como indicaron los familiares, sino un "estudio de hemodinamia", que tenía que ver con las "condiciones del paciente ante sus antecedentes patológicos, y eso hace que el estudio se dilate en el tiempo", indicó. Además, hacía un año, había presentado un cuadro similar que fue "embolizado por hemodinamia", por eso "se programó el mismo estudio", explicó Sánchez Guerra; quien negó que se haya abandonado a los pacientes por el paro o la falta de insumos, aunque aclaró que en este caso especial, se investigará lo ocurrido. "Somos y pretendemos ser transparentes", dijo el médico.

En cuanto a las declaraciones de Cappiello, quien señaló en declaraciones radiales que si el paciente ingresó con un ACV y no se actuó como debería haberse hecho, porque había medidas de fuerza, "es algo que se va a investigar para sancionar a quien corresponda, porque ningún paro deja de atender las urgencias o las emergencias", Sánchez Guerra consideró que fueron advertencias "apresuradas", porque si bien manifestó su "respeto" al funcionario, señaló que "lo dijo antes de hablar con los directivos del hospital". Luego continuó: "Yo defiendo al hospital, porque si vamos a permitir que todo el mundo nos acuse, sería un caos. Acá ingresan y egresan 50 pacientes por día, y si a este paciente no se le practicó algo por falta de indicación médica, nos tocará a nosotros evaluarlo y reprimirlo, pero no puedo dar por culpable a nadie sin demostrar la culpabilidad". Y en ese sentido, consideró que "pudo haber fallado la comunicación con el paciente".

Acerca de la denuncia -supuestamente anónima- que recibió el defensor del Pueblo, Edgardo Bistoletti, el directivo del Cullen consideró que fue con "mala intención"; porque se tomaron fallas y problemas edilicios del centro de salud, que no se mantuvieron en el tiempo.