Con el apoyo solo de los gremios opositores, Rubén López, secretario gremial de Camioneros, fue elegido ayer como nuevo secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Rosario, durante un congreso pero cuya legitimidad fue puesta en duda por la lista oficialista que encabezaba Néstor Ferraza, titular de los Trabajadores Municipales rosarinos. Para Ferraza, la cuestión deberá ser resuelta "desde la CGT nacional", que lidiera Hugo Moyano. La ruptura estaba cantada, ante la falta de acuerdo de los sectores en pugna, que desde el año pasado buscaban el consenso para que haya un secretario general pero "el nuevo intento de unidad falló". Hasta ayer, no hubo definición por parte de la CGT nacional.

Luego de un cuarto intermedio de casi cinco meses, la lista "Juan Domingo Perón" convocó a los gremios a un congreso realizado en el club Sportivo América, en el que unos 60 sindicatos proclamaron al titular de los camioneros en Rosario como secretario general de la CGT. Según indicó Ferraza "ahora resta esperar qué se define". Para López, fue "legítimo".

López contó con el apoyo de Camioneros, Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), peones de taxis, Obras Sanitarias, sindicato del Plástico, panaderos, garagistas, tractoristas, recolectores de residuos y otros gremios. En oportunidad de presentarse como opositores a la lista de Ferraza, López indicó a este diario que la idea es lograr "nuevos planes". "Queremos reactivar la CGT, porque la conducción local está muy fría", había planteado.

En tanto, la lista de Ferraza, "José Ignacio Rucci", buscaba que se eligiera la nueva conducción mediante consenso sindical, que finalmente no se dio. El dirigente de los municipales contaba con el apoyo de más de 45 sindicatos, entre ellos UPCN, Smata, Luz y Fuerza, Bancarios y Judiciales.

Al enterarse de la convocatoria al plenario de ayer, y tras un nuevo intento de acuerdo en la tarde del jueves, Ferraza anunció que su conducción no asistiría y se lo comunicó por fax a Moyano, porque "no había autoridades, comisión de poderes, ni otra instancia que garantizara la democracia sindical, como mínimo".

Según indicó "para hacer una elección tiene que haber autoridades, porque son las que tienen que fijar el reglamento, además de otros puntos como la personería gremial, cantidad de congresales correspondientes por padrón, un fiscalizador del congreso, y sobre todo, que los candidatos a conducir la CGT Rosario fueran secretarios generales del sindicato que los representa".

Además recordó que en reuniones con Moyano se había acordado que "sin unidad no habría congreso". Para el sindicalista "las condiciones no estaban dadas para participar, y este plenario no fue válido", señaló. Aunque se resignó a "esperar" la determinación nacional sobre la situación. "Seguimos siendo la conducción oficial, veremos qué hace la conducción nacional", sentenció Ferraza.

Por su parte, López defendió el congreso y aseguró que fue válido, porque según manifestó fue constatado por una escribana. Además, retó a los oficialistas a acercase "a contar los porotos".

La elección de autoridades locales de la central obrera, era la primera luego de la normalización de la CGT en 2004 tras varios años de estar oficialmente intervenida. En 2008 se llegó a un acuerdo que permitió la extensión del mandato de Ferraza hasta marzo de 2009 pero que continuó durante el año pasado. Al vencerse ese plazo, la elección se iba a realizar en noviembre pasado. Sin embargo, el congreso en el Sindicato de la Carne no fue fructífero, y no hubo acuerdo, por lo que se dictó un cuarto intermedio, hasta ayer, cuando a falta de consenso, se constituyeron dos líneas de conducción. Ahora resta esperar la determinación de la central a nivel nacional.

Informe: Lorena Panzerini