Viernes, 16 de abril de 2010 | Hoy
CIUDAD › EN LA PRIMERA CAUSA POR TERRORISMO DE ESTADO QUE SE JUZGó EN ROSARIO
Los cinco represores fueron hallados culpables de decenas de secuestros seguidos de torturas y homicidios. Los condenados deberán cumplir la pena en cárceles comunes. Los abogados querellantes se mostraron satisfechos por la sentencia.
Por José Maggi
El Tribunal Oral Federal Nº 1 condenó ayer a prisión perpetua a los cinco imputados en la primera causa por terrorismo de estado en Rosario. El ex teniente Oscar Pascual Guerrieri fue hallado culpable de 24 secuestros seguidos de torturas y 16 homicidios; el ex mayor Jorge Fariña como autor de 26 casos de secuestros seguidos de tormentos y 16 asesinatos, mientras el ex teniente Juan Daniel Amelong deberá purgar su condena por 29 privaciones ilegales de la libertad seguidas de torturas y 16 homicidios. En tanto los ex agente de inteligencia civil del Ejército, Walter Pagano y Eduardo "Tucu" Costanzo deberán responder por 24 secuestros y 16 homicidios. Además, el tribunal dispuso que los condenados cumplan la pena privativa de la libertad en cárceles comunes, pertenecientes al Servicio Penitenciario Federal. Con relación a Guerrieri y Costanzo los jueces dijeron que atento la prisión domiciliaria de que gozan, lo dispuesto se hará efectivo una vez que se declare firme la sentencia y previo análisis de sus respectivos estados de salud. Los fundamentos de la sentencia serán leídos el próximo 14 de junio.
Las cuatro querellas que participaron del proceso, así como también el Ministerio Público Fiscal, habían pedido para los acusados la pena de prisión perpetua. La fiscal federal Mabel Colalongo calificó el fallo de "ejemplar para el resto del país". "También es valorable que la condena deba ser cumplida en cárceles comunes, incluso a los que tenían prisión domiciliaria los mandaron a una cárcel común", señaló.
Tras ser consultada respecto de los casos de Guerrieri y Costanzo, explicó que "hasta que la sentencia quede firme seguirán gozando de la prisión domiciliaria, y esto podría llevar un par de meses", al tiempo que advirtió que en ambos casos deberán ser revisados por un médico, que determinar si su estado de salud admite el encierro.
La sentencia comenzó a ser leída por el presidente del tribunal Otmar Paulucci a las 12.12 y culminó a las 12.38. Pero en medio de la lectura, una vez leída la condena para Amelong, éste se colocó una vincha en su cabeza con la inscripción "preso político", la que se negó a sacarse ante la orden del presidente del TOF 1, quien de inmediato le ordenó a la Gendarmería que lo retirara de la sala. La medida se concretó ante los gritos de varios presentes, como familiares de víctimas de esta causa.
El otro momento de tensión que se vivió tuvo lugar minutos antes del inicio de la lectura, cuando la militante contra los juicios Cecilia Pando llegó hasta las puertas mismas de la sala de audiencias del primer piso del edificio de Oroño 940, luego de haber ingresado por la entrada de calle Alvear. Como no estaba acreditada, uno de los gendarmes le negó el ingresó ante la atónita mirada de varios militantes que presenciaron la escena. Pando fue finalmente trasladada en una camioneta Ford Ranger color gris, doble cabina patente HHV 976 conducida por efectivos policiales.
Al término del lectura uno de los primeros en dejar la sala de audiencias fue el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, quien opinó que "se ha hecho justicia, el fallo es de total coherencia. Nos vamos satisfecho porque hoy ha triunfado la justicia". El funcionario también destacó el trabajo de los miembros del TOF 1: "Cuando los tribunales son probos y dignos las sentencias se ajustan a derecho".
Duhalde destacó el "esforzado papel" de las abogadas de las querellas y aseguró que "el resultado de las condenas de prisión perpetua para los cinco imputados se ajusta a la ferocidad con que actuaron en la comisión de los homicidios agravados por alevosía, frente a prisioneros indefensos por parte de aquellos que constituían la jefatura del aparato de inteligencia del Segundo Cuerpo de Ejército". "Cabe destacar también la decisión del tribunal de que los condenados cumplan sus condenas en cárceles comunes", manifestó Duhalde, quien presenció la audiencia de lectura de la sentencia, a cargo de los jueces Otmar Paulucci, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe.
La abogada querellante de HIJOS Ana Oberlin apuntó: "El fallo salió tal como nosotros lo pedimos y nos llena de emoción haber logrado esta sentencia". En tanto para la abogada Gabriela Durruty, patrocinante Juan Rivero y Ramón Verón, victimas de Fabrica Militar de Armas Domingo Matehu "la sentencia dictada fue ejemplar. Cinco perpetuas en cárceles comunes por los delitos de lesa humanidad juzgados, privación de la libertad agravada por perpetrarse mediando violencia y amenazas, aplicación de tormentos agravados por ser cometidos contra perseguidos políticos y homicidio triplemente calificado, por alevosía, por ser cometido para perseguir la impunidad de otros delitos y por el concurso preordenado de dos o más personas". "Rosario se eleva a la jerarquía de ciudad donde se respeta el standard mínimo en materia de derechos humanos, acorde la legislación internacional", agregó. Daniela Asinari, con quien Durruty compartió el patrocinio, remarcó que "la valentía de los testigos lo hizo posible".
Por su parte la abogada patrocinante de la secretaría de Derechos Humanos Ana María Figueroa destacó: "Tuvimos que soportar más de 130 incidentes de nulidad, ha sido el lugar donde más excepciones los defensores oficiales han intentado, fue el primer lugar del país donde nos metieron la excepción de que la secretaría de Derechos Humanos de la nación no era competente para ser querellante, nos han hecho volver locos, y les ganamos todo".
Nadia Schujman, abogada de HIJOS, confesó que el fallo "es lo que esperábamos, creíamos que no les cabía otra pena que no fuera la prisión perpetua, estamos también muy satisfechos con la cárcel efectiva, que nosotros pedimos la revocación y el tribunal le hizo lugar. Creemos que es un día histórico como pueblo, porque no hay otro país que haya avanzado tanto como nosotros en juzgar a sus verdugos. Y pensamos que es el comienzo del fin de la impunidad en nuestra ciudad, y no perdemos de vista que tenemos por delante muchos genocidas por juzgar, que esto es recién el comienzo, que este año empieza la causa Feced".
El intendente Miguel Lifschitz presenció la sentencia. "Vivimos la lectura este fallo con mucha emoción, rodeados de Madres, de familiares, de querellantes, de aquellos que fueron víctimas". Y destacó "el cumplimiento de la pena de prisión en cárceles comunes".
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