El flamante juez de instrucción Gustavo Pérez de Urrechu rechazó el hábeas corpus preventivo presentado el miércoles pasado por 230 mujeres, patrocinadas por el grupo Las Juanas, en los Tribunales de Rosario. En el Día Internacional por el Derecho al Aborto, ellas irrumpieron en el edificio de Balcarce y Pellegrini para dejar por escrito que corren un serio riesgo debido a los artículos 85 y 86 del Código Penal, los que sancionan con prisión a las mujeres que interrumpen sus embarazos. Fueron con pancartas, con remeras alusivas, con pañuelos verdes. Y lograron que el recurso fuera recibido. En las 48 horas previstas por la ley, el juez consideró que era "conjetural e hipotético" el peligro expuesto en el hábeas corpus. Sin embargo, Corina Elisio, la abogada de Las Juanas -que aún no fue notificada de la resolución- afirmó que apelarán. "Esto va a traer un gran debate jurídico, porque vamos a continuar el proceso. Va a traer cola, porque nosotras vamos a llegar a la Corte Suprema de Justicia si es necesario", dijo la profesional.

En cuanto a este primer rechazo, Elisio adelantó que lo apelarán por un motivo bien concreto. "Utilizaron un código procesal penal antiguo, porque el sistema penal está en transición. Vamos a apelar porque tenemos un nuevo sistema, más garantista. En el Código nuevo, el hábeas corpus preventivo es más amplio", explicó.

Por su parte, la referente de Las Juanas en la provincia, Gabriela Sosa, afirmó que el rechazo las impulsará a "ir por más". Para Sosa, "Lo fundamental es que la justicia tiene que dar una respuesta. Nosotros vamos a ver cómo seguimos. En el caso de que no nos den lugar a los planteos, vamos a redoblar la apuesta. Porque las mujeres siguen muriendo por abortos inseguros, y no tienen ningún tipo de recurso judicial, al contrario, si recurren a la justicia probablemente van presas".

La decisión de llevar la problemática a los Tribunales incluyó dos aspectos: el habeas corpus preventivo para proteger la vida y la libertad de las mujeres y la solicitud de un pronunciamiento del Poder Judicial respecto de una situación que debe debatirse en el Congreso Nacional. De hecho, entre los argumentos del recurso presentado por Las Juanas figuran los tratados internacionales suscriptos por la Argentina, con rango constitucional, como la Convención para la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), y también el pronunciamiento del Comité de Derechos Humanos de la ONU que aconseja a la Argentina despenalizar la práctica.

"Lo que estamos diciendo es que queremos evitar que se penalice a las mujeres que se hagan un aborto, eso es. Se trata de mantener la libertad física. Además se le pide al poder judicial que exhorte al Congreso a dictaminar leyes de acuerdo a los convenios internacionales ratificados respecto del aborto, porque Argentina está en deuda a nivel internacional", indicó Elisio.

Además de la batalla jurídica, Sosa subrayó la excelente adhesión que consiguieron para el hábeas corpus en la provincia. De hecho, se habían puesto un objetivo de 50 firmas para la presentación, y obtuvieron 230. Las reacciones que recogieron en la calle les sirvió de termómetro. Además del trabajo en talleres con militantes de Las Juanas, y la búsqueda de adhesiones en las facultades de Medicina y Ciencias Políticas, el mismo lunes 27 Las Juanas pusieron una mesa en la peatonal Córdoba, al mediodía. Una hora después habían obtenido 130 adhesiones, de mujeres dispuestas a ir a declarar cuantas veces fuera necesario ante un juez para hacer valer sus derechos. Incluso, tuvieron que habilitar una planilla de adhesión para hombres, que no podían presentar el hábeas corpus, pero querían acompañar la iniciativa.

Además del impacto público de la presentación de Las Juanas, tanto Sosa como Elisio esperan que tenga un impacto político. "Fue un primer paso para interpelar a la Justicia. Hubo distintas situaciones. Por ejemplo, en Mar del Plata directamente no recibieron el recurso. Y creemos que los integrantes del Poder Judicial están priorizando sus creencias personales a la hora de gestionar políticas públicas", apuntó Sosa. Sin embargo, se esperanzó: "Los miembros del poder judicial empiezan a ver que hay un grupo de mujeres que en todo el país a la misma hora hacen este tipo de hecho político. Y muy probablemente en noviembre, en el mes de la no violencia contra la mujeres, tomemos este mismo camino". La preocupación de Las Juanas es que si el proyecto para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo -elaborado por más de 300 organizaciones que forman parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito- no se discute "en el Congreso durante los meses que quedan del año, en 2011 no se va a discutir".

Por eso, subrayó la "muy buena recepción" que tuvieron sus acciones callejeras. "Nos llamó la atención que dentro de esa buena recepción, muchas de las que se acercaron eran mujeres de entre 35 y 50 años. A las más jóvenes hubo que explicarles mucho, y ellas planteaban sobre todo el problema de la falta de educación sexual en las escuelas. El aborto no les parecía una realidad tan cercana", agregó Sosa. El tema está planteado como lo que es -una cuestión de derechos humanos- en los Tribunales Provinciales, y pese al primer tropezón, Las Juanas no se caerán. Por el contrario, continuarán el camino de la legalización en todos los frentes posibles.