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Tras los incidentes registrados el martes en la municipalidad de Villa Constitución -anfitriona de la frustrada reunión en la que se iba a conformar un Consejo por el conflicto laboral de Paraná Metal-, funcionarios de la cartera laboral provincial, directivos de la empresa, y representantes gremiales se reunieron ayer para avanzar en los programas de reinserción laboral. Con la intención de calmar los ánimos, las partes decidieron acordar en el despacho del intendente Horacio Vaquié no realizar declaraciones hasta no vislumbrar un panorama más claro de la situación; "más allá de lo que pintó la realidad", como se encargó de destacar a este diario una de las fuentes consultadas que pidió las reservas del caso.

"Al Picci se le salió la cadena del todo", señaló otra fuente para resumir el sorpresivo desencajamiento del histórico dirigente gremial en la malograda conferencia de prensa que pensaba realizarse en la Municipalidad de Villa Constitución. Allí, trabajadores le pidieron a Piccinini realizar una asamblea general para volver a discutir el acuerdo. Pero como respuesta recibieron un "llegaron tarde, muchachos", de parte del secretario general de la UOM villense, que tildó a los trabajadores de "patoteros", generando un duro cruce de acusaciones entre los trabajadores y la directiva del gremio, que derivó en la suspensión de la reunión.

Minutos antes, el ministro de Trabajo provincial, Carlos Rodríguez, proponía "blanquear" lo más rápido posible el listado de trabajadores que iban a ser reincorporados. "Lo ideal sería que sepamos quiénes van a quedar adentro y cuáles los que van a quedar afuera", planteó el funcionario, que "algo olfateó", como le alcanzó a decir a la viceministra Nora Ramírez, en medio de gritos e insultos, un escenario del que prontamente se fueron los representantes de la empresa, quienes justamente habían convocado a la comunidad villense para garantizar la "paz social" mientras se concreta la reapertura de la autopartista.

"Pero dentro de todo no quedó tan mal la situación", analizaron ayer desde la UOM, para luego destacar la presencia de la viceministra Ramírez, directivos de la empresa, y representantes gremiales, quienes avanzaron con el tema de los cursos de capacitación y los programas de reinserción laboral para los 600 trabajadores que ingresarán en una modalidad de suspensiones fijas y rotativas durante un año, como si no hubiese pasado nada.

De todos modos, el estallido de la interna en la UOM villense tuvo repercusiones ayer, cuando Piccinini señaló en declaraciones radiales que la empresa "mandó gente para provocar". Juan Actis, secretario Adjunto, dijo querer creer que los incidentes se originaron por "una situación de incertidumbre de los compañeros ante la demora de la planta", aunque no descartó la posibilidad de que pudieron ser "armados" por alguien con una actitud provocativa.