Las peatonales fueron ayer el escenario recurrente que cuatro expresiones políticas eligieron para gastar los últimos cartuchos antes de la veda electoral. Primero, la agrupación La Cámpora volanteó votos del Frente para la Victoria en Córdoba y San Martín. Luego siguieron las marchas sucesivas de Movimiento Proyecto Sur, el Frente Amplio Progresista (FAP), y finalmente el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), que cerró la jornada con un acto en la misma esquina donde todo había comenzado. Pasada la novedad, esas cuadras del centro retomaron la rutina habitual de una tarde en la que un veranito anticipado pobló las mesas de los bares. Hermes Binner acaparó la atención de los transeúntes a lo largo de su caminata.

La singular jornada había comenzado a a media tarde, cuando coincidieron no sin sorpresa militantes del FAP y del FIT frente a la Bolsa de Comercio. Entonces, José León Garibay y Josefina Luzuriaga, en nombre de unos y otros, acordaron cómo marcharían para no superponerse. A una cuadra, en Córdoba y Paraguay, se concentraba Proyecto Sur, cuyos militantes sumaron a otros de la Corriente Clasista Combativa que acampan en plaza Pringles y se dirigieron hasta plaza 25 de Mayo para desde allí volver con Carlos Del Frade y el concejal Alberto Cortés al frente. En la esquina de Mitre la columna de Proyecto Sur se cruzó con la del FAP, y el florista temió lo peor. Pero el duelo se dirimió a voz en cuello, bombo y redoblante, y cada bando siguió, eufórico, su camino. Los dirigentes que encabezaban cada marcha ni se miraron.

La candidata a diputada nacional por Proyecto Sur, Ana Galmarini, no pudo asistir por razones de salud. El tercer postulante, Sergio Nazzi, dijo: "Somos la alternativa al bipartidismo. Pasaremos el piso del 1,5% del padrón y seremos la opción real para el 23 de octubre".

En su recorrida, Binner volvió a confirmar su popularidad. No paró de saludar y fotografiarse con quienes se arrimaban al mitín, y hasta entró en una perfumería para posar con las chicas del local. Junto a Binner marcharon los candidatos a diputados Juan Carlos Zabalza, Elida Rasino y Omar Barchetta, además del gobernador electo, Antonio Bonfatti, y el intendente Miguel Lifschitz.

Consultado sobre el discurso conciliador de la presidenta Cristina Fernández, anteanoche, en el cierre de campaña, Binner señaló: "Creo que hay una inflexión desde el acto del 20 de junio en Rosario. Eso se vio en todo el país y ahora, al recorrer, compruebo que la gente no comparte eso de hacer un acto partidario en un acto patrio. No sé si la Presidenta tomó nota o no, pero la ciudadanía quiere que le hablen en celeste y blanco, no en el blanco y negro de la crispación".

El candidato del FAP destacó "poder caminar tranquilos, luego de 22 años de gobierno en Rosario y 4 en Santa Fe con políticas basadas en la participación, la transparencia y sin un solo acto de corrupción".

El acto final estuvo a cargo de una nutrida y bulliciosa marcha del FIT que copó el cruce de las peatonales. Allí, Octavio Crivaro, cabeza de lista para diputados, exhortó a "derrotar la proscripción con la que los partidos de las patronales pretenden silenciar la izquierda", en alusión al polémico piso del 1,5% del padrón exigido en las primarias para poder competir en la elección general de octubre. Crivaro cifró esperanzas en "obtener los 25.000 votos que necesitamos en Santa Fe, y los 400.000 votos en el país". El dirigente confió en que el FIT recibirá votos solidarios de extrapartidarios para "romper la trampa electoral que le tienden a la izquierda". Su compañero de lista, Muni Finkelstein, acotó: "Hemos instalado el tema de la proscripción. La izquierda llegó al oído de las masas".

Rodeados de banderas rojas y bombos rugientes, un matrimonio y sus dos niños consumieron tranquilos su Cajita Feliz en una mesa callejera del Mc Donald, sin dejar de escuchar la verba inflamada del histórico Juan Carlos "Guiso" Bernasconi: "Siempre nos han preguntado ¿cuándo se unirá la izquierda? Aquí estamos, la izquierda se ha unido". La familia del Mc Donalds se retiró. En la peatonal, los barrenderos empezaban a levantar la mescolanza de votos y consignas varias.