Personal de la Unidad Especial Investigaciones y Procedimientos Judiciales de Gendarmería allanó ayer, por orden del Juzgado Federal Nº 4, la parrilla La Estancia y el bar El Paso por presunta evasión impositiva. En el marco de la investigación realizada por la delegación 2 de la AFIP local, a partir de una denuncia anónima, también se realizaron allanamientos en los domicilios de los propietarios de los locales gastronómicos y de sus contadores. De todos modos, los efectivos debieron sortear varios escollos a la hora de realizar los allanamientos, cuya orden judicial fue emitida en la noche del lunes, pero que recién pudo concretarse ayer después del mediodía. Fuentes de la investigación indicaron a Rosario/12 que cuando fueron a realizar los allanamientos, una de las direcciones estaba mal confeccionada por lo que tuvieron que volver al juzgado a ratificarla. Además, la resolución judicial no solicitaba, como pretendía la AFIP, el secuestro del soporte informático, y también debieron volver a rectificarlo. Finalmente, tras los operativos, se secuestró documentación, elementos de computación y los controladores fiscales. Se constataron doble y triple facturación, con una máquina no fiscal y otra fiscal.

Para los clientes que ayer decidieron almorzar en los tradicionales locales gastronómicos ubicados en las esquinas de Pellegrini y Paraguay, no pasó desapercibida la presencia de patrulleros y personal de Gendarmería que, por una orden judicial emitida por el secretario Nº 1, Mauricio Donati, del Juzgado Federal Nº 4, cuyo titular es Marcelo Bailaque, realizaron una serie de allanamientos para buscar elementos de prueba en una causa por presunta evasión impositiva que la AFIP había presentado en abril a partir de una denuncia anónima.

Cuatro meses después, se emitió la orden judicial para realizar los allanamientos, donde la AFIP solicitaba el secuestro de documentación y del soporte informático. Pero cuando se disponían a efectivizar la medida judicial constataron que en la resolución no figuraba el pedido de secuestro del soporte informático. Dos horas más tarde, los efectivos salieron del juzgado con la rectificación que los autorizaba a llevarse las computadoras y los controladores fiscales.

Pero esta no fue la única dificultad que los investigadores debieron sortear para realizar otros allanamientos, los que correspondían a los domicilios de los dos propietarios de los comercios y de dos contadores: en la resolución figuraba incompleto el domicilio de uno de los contadores, ya que estaba la altura de la calle pero no el piso. Cuando se dirigieron al juzgado para que rectifiquen la dirección del contador, la respuesta fue negativa.

Lo concreto es que nadie respondió el llamado de los investigadores, a quienes también les llamó la atención que el veedor solicitado por la AFIP, un profesional del Consejo de Ciencias Económicas que en estos casos actúa como testigo, curiosamente conocía de antemano cuáles eran los domicilios que se iban a allanar. A raíz de estas complicaciones, los procedimientos se pudieron realizar pasado el mediodía.

Finalmente, los efectivos de la Unidad Especial Investigaciones y Procedimientos Judiciales de Gendarmería se llevaron elementos de prueba que le permitirá al magistrado avanzar en la causa por presunta evasión impositiva.

En este sentido, fuentes de la investigación afirmaron que el resultado de los allanamientos a los locales gastronómicos fue positivo; se constató doble y triple facturación, con una máquina tickeadora no fiscal y otra fiscal, y además se emitían distintos tickets con el mismo número. También confirmaron que no hubo clausura y que tampoco se produjeron detenciones.