El comisario Néstor Arismendi, recién designado al frente de la policía rosarina, está siendo investigados tras una denuncia anónima por presunto enriquecimiento ilícito. "La presentación data de 2008, es una información sumaria y se encuentra en la etapa de recolección de información, en caso de encontrarse motivo, se lo citará para que explique ese incremento, y si no pudieran hacerlo, se realizará la denuncia penal", explicó el ministro de Seguridad, Leandro Corti, quien ayer ordenó que se diera cumplimiento efectivo a la entrega de las declaraciones juradas patrimoniales de cada uno de los jefes policiales. "La exigencia no se cumplió en los dos últimos años", según confió a este diario una alta fuente de la cartera de Seguridad. Sobre la situación del flamante jefe, Corti dijo que esperará los informes patrimoniales para resolver si lo mantiene en su cargo.

El comisario Arismendi se mostró ayer sorprendido por la denuncia en su contra, a la que desconocía hasta la consulta de este diario.

--¿Qué tiene para decir sobre esta denuncia sobre su patrimonio?

--Nada, absolutamente nada, si me está investigando la justicia.

--No, hasta ahora es en el ámbito de la Dirección de Asuntos Internos.

--No lo sé, no sé nada. ¿Es una denuncia formal o anónima?

--Anónima, ¿usted no estaba notificado?

--No, porque recién cuando reúnan la información me voy a enterar.

--Y en cuanto a su patrimonio comisario, ¿qué puede decir?

--Que está en las declaraciones juradas, pero no sé qué dice la denuncia... Puedo decirle que tengo una casa, un auto, un taxi, no sé, que hace 29 años que laburo, no sé que decirle... (se ríe, nervioso y tartamudea al contestar).

--¿Cómo jefe policial que piensa acerca de la sospecha que sobrevuela a los jefes policiales sobre recaudación ilegal o cajas negras?

--Lo que puedo decir es que vamos a trabajar con toda nuestra energía y nuestra fuerza para que aquel que se corra de la ley y no la respete, va ser sancionado y separado de la fuerza con toda nuestra energía.

Una fuente policial consultada por este diario, considero a Arismendi como un policía "ni más ni menos corruptos que otros jefes policiales" y reveló el apodo con el que lo definen sus pares: "foto de la abuela", porque está siempre en la cómoda, indicó en referencia al buen pasar que tuvo en una sección más que deseada: Leyes Especiales, dedicada al combate del juego clandestino, entre otros delitos.

"Leyes es un lugar donde te podés quedar el tiempo que quieras si no molestás a tus jefes y decís que no sabés dónde están los garitos. El problema es cuando no abrís el juego", confió la misma fuente uniformada que adjudicó estas denuncias a la eterna disputa por los ascensos.

Según explicó el ministro de Seguridad, la ley 12.338 establece los parámetros de control patrimonial, en cumplimiento de la cual ya otros jefes policiales pasaron como Daniel Toledo, Juan Luis Heck y Daniel Cáceres.

Corti aseguró a este diario que le ordenó al jefe de Policía que redacte una circular para que se cumpla efectivamente con lo que dice el artículo 23 de la ley 12.521 que exige la presentación en tiempo y forma de la declaración jurada de bienes de jefes policiales.

Ayer por la mañana el jefe provincial de la fuerza, Hugo Tognioli había puesto en funciones a Néstor Arismendi como jefe y al comisario inspector Daniel Cabrera, como subjefe.

En la misma jornada el gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti, había asegurado que una de las exigencias de su gobierno tendrá que ver con generar un "cambio de actitud" en los miembros de la policía provincial. "Me preocupa cuando veo a un policía en la calle apoyado en la pared o hablando por celular. Vamos a combatir el delito con toda la fuerza. Tenemos insumos y mecanismos muy sofisticados como el 911, hay que sumarle un cambio de actitud para ser implacables con el delito, el económico también", afirmó el gobernador en declaraciones a LT8.

Ayer el propio Arismendi reconoció que estaban bien pertrechados "por el momento", aunque nada dijo del cambio de actitud solicitado por el nuevo gobernador.