La Fiscalía del caso Walter Cáceres solicitó que se le abra una causa penal por "falso testimonio" al testigo Diego "el Panadero" Ochoa. Ayer, durante el juicio oral y público por la muerte del chico de 14 años tras la balacera a los micros con hinchas de Ñuls, el 4 de febrero de 2010, la fiscal Ana Rabín consideró que el testigo se contradijo con su testimonio en la etapa de instrucción. "La balacera tiene que ver con que los Cantero (sindicados como parte de la banda Los Monos, de Las Flores) me quieren correr de la barrabrava, porque (Roberto) Pimpi (Caminos) la quiere recuperar", había dicho el líder de la barra de Ñuls el 1º de noviembre de 2010. "Hacían creer que Roberto (Caminos) quería hacer algo, y ahí vino la balacera", relató. Sin embargo, ayer dijo desconocer el motivo de la balacera. Para la Fiscalía, está claro que el ataque iba dirigido a Ochoa, ante un arreglo de dinero entre los acusados. Hoy, hará su declaración una testigo protegida, que era pareja de Claudio "el Chino" Fleitas, aunque la medida podría disponerse sin público para resguardar su identidad.

Ochoa volvió a atestiguar ayer en una causa relativa a la disputa de barrabravas del club del Parque. Hace dos semanas lo hizo en el juicio por el asesinato de Caminos. El involucramiento de Ochoa en el caso se debió a que el propio referente de Ñuls denunció la emboscada, que para la Fiscalía fue mentada por los cuatro imputados: Fleitas, Claudio "Pájaro" Cantero y César Marchetti, como "coautores de homicidio agravado", ante la muerte del adolescente de 14 años; y Mariano Salomón, como partícipe secundario.

Ayer, Ochoa se refirió a sí mismo como "un hincha más" del equipo rojinegro. Relató que durante la madrugada del hecho viajaba en el colectivo al que se le pincharon las ruedas, de regreso a Rosario, tras ver el partido de Ñuls con Huracán, en la Capital Federal. "Esperamos un rato adentro del micro y cuando llegó el de auxilio, para seguir viaje, comenzó la balacera", refirió Ochoa. Además, indicó que no distinguió personas, ni armas. Al ser consultado por Rabín sobre el motivo del ataque, dijo que no tenía conocimiento. La fiscal pidió que se leyera la declaración anterior, y marcó la contradicción, de la que el Panadero se justificó: "Eso me lo dijeron personas que eran cercanas a mí en el momento de esa declaración; pero son personas que después me traicionaron, y constaté que esos dichos no eran ciertos". Aunque dijo que no se sintió amenazado, reconoció que hace poco más de un año puso cámaras de seguridad en la puerta de su domicilio.

En tanto, Gustavo Colombo, jefe de Balística y Reconstrucciones Integrales de la URII, aseguró que la balacera se produjo desde la banquina, "por delante y a la derecha" de los micros. Ante la insistencia de la defensa, Colombo aseguró que su no registró disparos desde la autopista a la banquina.