La construcción del Acueducto Gran Rosario comienza esta semana, con la planta potabilizadora ubicada en Granadero Baigorria, la primera que se levanta en 125 años. El plazo para completarla es de 24 meses, aunque debe tenerse en cuenta que se completa con obras complementarias. El gerente de Relaciones Institucionales de Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (ASSA), Guillermo Lanfranco, adelantó que se trata de la solución definitiva para los problemas de falta de suministro en distintos barrios de Rosario, así como en Funes y Granadero Baigorria. La nueva planta aportará un caudal equivalente al 25 por ciento de lo que produce la única planta potabilizadora actual, en funcionamiento desde 1887. La semana pasada comenzaron los primeros trabajos de tierras en la planta y las tareas para la toma captadora de agua del río Paraná, las dos tareas "más importantes" del acueducto.

Hasta que la obra --que demandará una inversión total de entre 120 y 130 millones de pesos-- esté concluida, se mantendrán los problemas de baja presión de agua en barrios de Rosario y localidades cercanas. Mientras tanto, vecinos de los Fonavis de Rosario aseguran que el servicio que presta la empresa es "malísimo". "No nos dan ninguna solución", señaló a Rosario/12 el Presidente de la Asociación de Barrios Fonavi, José Peralta. El problema se repite en ciudades como Granadero Baigorria y Funes.

La planta se levantará en ruta 11 y Circunvalación. Tras resolver "una controversia por los terrenos" y ya despejada el área de trabajo, la semana pasada se dieron los primeros pasos del proceso de ejecución de la planta. La obra permitirá optimizar el suministro de agua potable a 1.400.000 habitantes del conglomerado del Gran Rosario. A lo largo del 2012, se llamará a otras licitaciones como vinculación de la toma con la planta y obras eléctricas. No obstante, las tareas "más importantes" ya fueron adjudicadas. La planta será construida por la unión transitoria de empresas (UTE) integrada por Werk Construcciones SRL e Hidrosan Ingeniería SRL. El presupuesto de estos trabajos en particular asciende a 105 millones de pesos. La actual planta, ubicada en French y Echeverría, abastece a 1.100.000 habitantes.

Desde hace tres años y medio, Laura Ellis vive junto a su pareja en el barrio Los Robles, de la ciudad de Granadero Baigorria. Padece "problemas de presión todo el verano". Aunque por las noches mejora el servicio, no alcanza para cumplir parámetros "normales". En los primeros calores del verano que aún que no arribó en el calendario, pero sí en las altas temperaturas primaverales vivió una situación "terrible". "Ni una gota, de a ratos un hilito". Desde ASSA le ofrecieron una cuba para amortizar la falencia del servicio, pero arguyeron que el problema recién se solucionará a mediano plazo.

La misma respuesta recibió Peralta cada vez que presentó quejas ante la empresa y ante el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). Asistió a la audiencia pública en la que se debatió el pedido de aumento de tarifa del 138 por ciento y aprovechó la ocasión para repetir su reclamo antes las autoridades del Directorio de ASSA. "No pueden llegar a decir que no lo saben, les hemos enviado notas. Inclusive le echo la culpa al Enress, porque en el Reglamento del Usuario la ley plantea que está para eso, no para defender al gobierno", apuntó Peralta. El año pasado se reunió con el titular de la firma, Alberto Daniele, pero no recibió respuestas alentadoras. "Solución inmediata no hay, puede ser dentro de tres, cuatro años. Ahora imposible", describió. Mientras tanto, rastrea cómo en "varios" barrios de la "periferia" de Rosario se abastecen de cubas para poder usar un poco de agua potable. El escenario se repite también en los Fonavis de Villa Gobernador Gálvez, aseguró.

La molestia de Peralta tienen asidero en el incumplimiento del Artículo 10 del Reglamento del Usuario, por el cual "cuando el usuario no tiene agua a un metro no debe pagar el cien por ciento de la factura. En los barrios va a cuba, pero la factura viene al cien por ciento como si le hubiesen dado agua todos los días. Es una cosa de locos". Las quejas para con ASSA refieren también a la prestación de la red cloacal, "otro desastre". "Tienen que tardar 24 horas para resolver un taponamiento, pero tardan diez días o más. Vamos de mal en peor con esta gente", advirtió, indignado.

ASSA brinda servicios de agua potable y saneamiento a quince ciudades de la provincia. En lo que respecta a la prestación del fluido, la localidad de Funes tiene el menor porcentaje de incidencia en sus habitantes: solo el 64 por ciento de los funenses tiene agua potable. En los restantes catorce socios de la empresa el porcentaje menor parte en el 75 por ciento y el mayor llega al 99. Por ese motivo, la empresa proyecta la construcción de una planta potabilizadora en Funes, una suerte de "solución transitoria" hasta tanto arriben los conductores del Acueducto.

Tras reconocer los problemas que tiene ASSA con la presión de agua, Lanfranco aseveró que el Acueducto tiene como "primer objetivo" paliarlos. "Va a aportar un 25 por ciento más de agua y va a permitir liberar a la planta actual un 25 ciento que lo va a aportar al resto de la ciudad", dijo el funcionario.

"Cuando tenemos días con térmica de 35 grados, pero también mínimas elevadas, cuando a la noche no desciende mucho, nos complica el servicio. Como no tenemos posibilidades de hacer reserva de agua, cada uno la hace en su domicilio. Hay momentos donde el servicio está muy forzado", describió el Gerente de Relaciones Institucionales de la empresa.