El capítulo judicial de las denuncias que involucraron al ex gobernador Hermes Binner en su rol de médico atendiendo detenidos en el Servicio de Informaciones durante la última dictadura, tiene aun poco desarrollo. Ayer el fiscal federal Gonzalo Stara confirmó que el represor Carlos Ulpiano Altmirano había sido indagado en abril de 2009, luego de lo cual nunca más hubo nuevos testimonios para profundizar esta investigación. "Vamos a tratar de sumar elementos para ver si tienen entidad estos dichos", aclaró Stara.

Hace tres meses, el nombre del ex gobernador, Hermes Binner, había sido también mencionado por el abogado Gonzalo Miño, durante su alegato en favor del represor Ramón Genaro Díaz Bessone, como ejemplo de los "civiles y políticos que formaron parte de la dictadura". El sábado último, el edil del Partido Progreso Social, Hector Cavallero, solicitó en un llamado general desde su página de Facebook, se le confirmara tales declaraciones.

Ayer el fiscal Stara explicó que "no había médicos en el Servicio de Informaciones, sino que iban allí médicos a curarlo. Muchas veces las víctimas se curaban entre ellas". "La secuencia más cotidiana -agregó- es que no había asistencia médica, salvo algunos médicos de Jefatura que prestaron testimonio que fue el doctor Gentile, que mencionó que ingresaba al Servicio de Informaciones, aunque dijo que no había personas tabicadas o vendadas, es decir que llegaba hasta la guardia".

"Pero la característica del SI era la ausencia de médicos. Sí había registros de personas que fueron llevadas a la asistencia pública, es variada, a quienes se los informaba con otros nombres a los reales y en algunos casos eran llevados a la asistencia pública (en la zona de Rioja y Moreno)"

De igual manera el fiscal remarcó que "había una función muy importante de los médicos que era el otorgamiento del apto que significaba el paso del Servicio de Informaciones a la alcaidía de Jefatura, donde eran blanqueados los detenidos varones que pasaban a cárceles como Coronda. Este apto borraba los rastros de la tortura, y eran médicos de la propia jefatura. La mayoría de ellos prestaron declaración en los años ochenta, y solo uno de ellos sobrevivió y prestó testimonio, que era el ya mencionado Gentile".

Sobre la declaración de Altamirano, Stara aclaró que no asistió en abril de 2009 a la declaración sino que concurrió la fiscal Adriana Saccone. Cabe aclarar que la misma se apartó de la causa tras la recusación del mismo Altamirano quien apuntara que el padre de Saccone asistía al Servicio de Informaciones en su rol de funcionario de la justicia federal.

En cuanto al alegato de Gonzalo Miño en Díaz Bessone y sobre la declaración de Altamirano, Stara apuntó que "no conocí nuevos testigos de estos dichos, directos o indirectos, no me constan y no los conozco. Estoy intentando ver si hay algún elemento de prueba que pueda corroborar de alguna manera estos dichos, no digo testigos presenciales sino alguien que pueda sumar a esta versión, porque si bien la indagatoria es un medio de prueba, es un mecanismo de defensa. Lo digo porque Altamirano en el momento de la declaración, está haciendo uso de su derecho de defensa material". Pero en principio no tengo elementos más allá de los que se publicaron, por lo cual espero que me acerquen los testimonios, o trataré de ver donde están nuevos elementos probatorios".

"En la medida de que exista una persona que pueda tener datos o elementos, tengo la obligación de profundizar la investigación" apuntó el fiscal federal.