Tras la muerte del policía Cristian Oyola, la madrugada del jueves pasado, dos adolescentes se presentaron en la Justicia de Menores y negaron ser los autores del hecho. Aunque no trascendieron datos sobre las identidades, ni quién los acusó por el hecho, fuentes judiciales señalaron que los jóvenes no quedaron detenidos. En la zona del crimen, entre barrio Industrial y Ludueña Norte Moreno, se realizaron varios allanamientos, según comentó el padre del chico; pero hasta ayer no había sido hallada el arma reglamentaria que le robaron a Cristian tras el homicidio.

Poco antes de la una de la madrugada del jueves, Oyola estaba guardando su moto en el garage frente a su casa en Casilda 1675, vestido de civil, cuando dos personas se acercaron, al parecer, con intenciones de sustraerle el rodado, y ante la supuesta resistencia del muchacho, le dispararon en la cabeza. El policía del Comando Radioeléctrico, de 23 años, quedó tendido en el suelo. Al escuchar las detonaciones, el padre del muchacho salió corriendo de la casa para auxiliarlo, pero ya era demasiado tarde; ni siquiera alcanzó a ver a los autores de los disparos. En declaraciones a la policía, dijo haber visto a dos personas que se llevaron el arma del policía.