Jueves, 21 de febrero de 2013 | Hoy
CIUDAD › EMPLEADOS DE COMERCIO OBLIGó AYER A CERRAR DOS TIENDAS
Lo dijeron los dirigentes gremiales que se movilizaron por el centro de la ciudad y dijeron estar "cansados de que presionen a los empleados para trabajar en feriados". La Asociación Empresaria entendió el reclamo pero hizo algunas críticas.
Por Luis Bastús
Por primera vez, una movilización gremial obligó a dos tiendas grandes del centro a cerrar sus puertas y desobligar a sus trabajadores para respetar el feriado nacional. "Nada de inspectores del Ministerio de Trabajo. Acción directa y que nos saquen a patadas, si pueden", resumió el titular de la Asociación de Empleados de Comercio (AEC), Luis Bastistelli, y anticipó: "El próximo objetivo será que los shoppings cierren los domingos". La Asociación Empresaria de Rosario (AER) aceptó el reclamo, pero defendió al comerciante que quiso abrir su negocio cumpliendo el pago doble de jornal y el franco compensatorio a sus dependientes, según marca la ley. Por eso reprochó que la movida sindical incluyera algunas intimidaciones a pequeños comerciantes que, aseguraron, estaban en sintonía con lo que exige la legislación laboral.
La mañana lloviznosa y destemplada acentuó la razón de ser del feriado, y ya con eso nomás las empleadas de Falabella no tenían mucho para hacer, aunque debían estar sí o sí en sus puestos. Fue entonces que el tañir de los bombos alteró el desierto de la peatonal. Una columna de la AEC tabicó las puertas del tradicional edificio de Sarmiento y Córdoba y espantó definitivamente la posibilidad de que algún cliente se arrimara a la mega tienda. Eso forzó a la firma a un tire y afloje en el cual el sindicato no se movió. "Tras una ardua negociación logramos que cierre y desobligue al personal. Querían convenir en que cerrarían en las fechas patrias, pero que los dejáramos trabajar hoy (por ayer), pero no: que respeten el feriado nacional. Entonces, tuvieron que cerrar", saboreó Batistelli, secretario general de la AEC. "Falabella no respeta ningún feriado patrio --agregó-- y condiciona a los otros comercios a abrir también. Encima, a los trabajadores no les paga lo que corresponde", dijo el gremialista.
El plan de control que se trazó la entidad gremial siguió hasta la esquina de Corrientes y San Luis, donde los manifestantes bloquearon el ingreso a El Palacio de la Oportunidad, otro emblemático polirrubro del microcentro como Falabella. Aunque apunten a públicos distintos, parecen compartir el mismo criterio empresarial. "Ese también es un lugar embromado para estos asuntos, pero logramos que cierren y que manden al personal a su casa", festejó también Batistelli. Y añadió: "El afán de lucro de estas empresas es abusivo. No les importa nada. Pero el origen del problema no son los empresarios locales, sino los capitales extranjeros y las cadenas nacionales que hacen trabajar domingos y feriados, y condicionan al resto a seguir el mismo camino", analizó. El gremio mercantil, por lo tanto, consideró que su plan --resultó un éxito-- porque "el 99 por ciento" de los negocios cerró sus puertas.
Desde la AER, su titular, Ricardo Diab, señaló que la actividad fue dispar "porque había libertad de acción" para con los titulares. Y justificó la apertura en rubros atravesados por la coyuntura, como lo son quienes venden artículos de la canasta escolar. Diab garantizó "respeto a la representatividad sindical y al derecho de los trabajadores", pero reclamó idéntica actitud para con "quien quiere trabajar si respeta las leyes que asisten a sus empleados". Lo dijo porque más de un titular de pequeños locales en galerías del centro lo llamó para denunciar amenazas verbales y otras variantes de intimidación. "Son pequeños comerciantes que necesitan facturar, por eso abren pagando el doble jornal y aguantando la incertidumbre de no saber si venderán lo suficiente o no. Y encima, tienen que soportar aprietes", reprochó.
Diab no habló en nombre de todos los comerciantes. "Yo hablo por los asociados a la AER que cumplen con sus obligaciones laborales. Si algún representado no lo hace, desde luego que debe cumplir con el pago doble y el franco compensatorio por trabajar un feriado, y la autoridad competente debe sancionarlo", aclaró. Desde ese lugar, abogó por "la libertad de trabajar para quien cumpla con la legislación".
Con el plan de escrache demostrado ayer, la actual conducción de Empleados de Comercio quiso marcar diferencias con el estilo y los resultados de la fallida gestión anterior, descabezada a partir de una investigación judicial. Sus miembros saben que los observa una masa de 25 mil afiliados y más de 45 mil aportantes a la obra social. "Antes, en los feriados, se conformaban con hacer algunas verificaciones con inspectores de Trabajo, se labraba un acta, y nada: las multas son irrisorias, por eso cualquiera hace lo que quiere. Ahora no: sin inspectores, fuimos nosotros, acción directa y punto. Que nos saquen a patadas, si pueden", desafió Batistelli.
En Rosario hay entre 7 y 8 mil comercios. Ahora la AEC irá por los que funcionan dentro de los shoppings, que ayer trabajaron con normalidad: "Vamos a ir a pegarles donde más les duele, los días sábados, cuando más venden, hasta que se ajusten a lo que manda la ley laboral: que el domingo no se trabaje".
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