Tras al menos siete ataques a ómnibus, poco antes de las 21.30 de ayer, las unidades del transporte urbano de la ciudad dejaron de circular en toda la ciudad. Pese a que en horas de la tarde se habló persistentemente de un inminente paro de ómnibus, recién cuando el partido entre Rosario Central y Aldosivi llegó al entretiempo empezaron a sacar de circulación las unidades. La UTA normalizó el servicio después de los festejos posteriores al partido.

Al mismo tiempo, el gobierno municipal difundió un breve comunicado en el que señala: "El Ente de la Movilidad de Rosario comunicó que por decisión gremial se retiraron esta noche temporalmente los servicios del Transporte Urbano de Pasajeros, producto de hechos violentos de distintas magnitudes acontecidos en el traslado de pasajeros al estadio de Rosario Central".

El comunicado concluye que "de acuerdo a lo informado por el gremio los servicios se restablecerán una vez finalizado el partido en el estadio de Arroyito y las anunciadas movilizaciones masivas de hinchas en el marco de los festejos".

Los casos de violencia confirmados desde Servicios Públicos fueron en barrio Rucci (un interno de la línea 153), en Circunvalación y Rondeau (también de la 153), en Seguí y Avellaneda (110), dos episodios en Santa Fe y Francia (en un interno de la 146 y en otro de la 107) y en Magallanes y Urquiza (129). En todos se denunció la rotura del mobiliario y luneta, y una de la unidades tenía los vidrios destrozados.