Roberto Casado sufrió la pérdida de su padre, Manuel, el 13 de junio pasado, poco tiempo después de que el ex secretario general del Sindicato Muncipal de San Lorenzo declarara en el juicio por delitos de lesa humanidad de los que fue víctima a partir del 25 de marzo de 1976. Con ese proceso oral en marcha, Roberto, de 37 años y desocupado, esperaba que el municipio de San Lorenzo cumpliera con su incorporación a la planta de personal, por ser hijo de un empleado fallecido. Pero el intendente Leonardo Raimundo no le da respuestas, y Roberto no sabe qué decirles a sus cuatro hijos. "Me han discriminado, mi papá trabajó 47 años en la Municipalidad", afirmó Roberto, que concurre a las últimas audiencias del juicio en marcha en el Tribunal Oral Federal número 1 con la foto de su padre, y la inscripción: "Hasta la victoria siempre".

"Que me explique si no quiere que ocupe el lugar de mi papá por ideas políticas o porque soy morocho", dijo Roberto a Rosario/12, tras la negativa de Raimundo, incluso, a recibirlo. El argumento que le dieron los funcionarios municipales es que su hermana ya es empleada municipal. "Pero hace tres años que la tienen en negro, y ahora corresponde que la vacante de mi papá, la ocupe yo que soy su hijo", explicó su reclamo. En su declaración, Manuel Casado había contado que Roberto tenía sólo una semana de vida cuando el grupo de tareas de San Lorenzo irrumpió en su casa, tras haberlo secuestrado. Y no olvidó que una de las violencias que ejercieron fue tirar al bebé, en su colchón, hacia el patio.