Adriana Abaca, la mujer que hace dos años denunció a narcos que regentean un bunker en su barrio del sudoeste, volvió a sufrir un ataque intimidatorio. El lunes por la tarde apedrearon su casa y le quebraron un brazo a uno de sus hijos. Ayer se presentó ante el fiscal federal Mario Gambacorta acompañada por el diputado provincial Eduardo Toniolli para radicar la denuncia.

El lunes cerca de las 18, Abaca se encontraba junto a dos de sus hijos, uno de 16 y otro de 17 años, a punto de ingresar a su casa en barrio Cametsa, en la zona de 27 de Febrero y Circunvalación, cuando una mujer comenzó a insultarla. "Se acercó una señora y me empezó a gritar y a decirme cosas. Y detrás de ella aparecieron unas veinte o treinta personas que empezaron a tirar piedras y golpes contra nosotros y contra mi casa", contó la mujer. Incluso el móvil policial que custodia desde hace un año su domicilio también fue blanco de los ataques.

"Mi hijo mayor que estaba adentro salió para tratar de proteger a sus hermanitos y a él también le pegaron y le quebraron un brazo", agregó Abaca. El joven terminó internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).

La mujer -que es una ex policía- describió lo sucedido ayer como "una verdadera batalla campal", al punto que varios móviles policiales debieron intervenir para intentar controlar la situación. "Esto nos viene pasando desde que denuncié a los narcos hace dos años y a estos pibes (por los agresores) les están pagando con droga para que nos ataquen", apuntó.

En 2012 la mujer advirtió la presencia de los narcos. La primer denuncia fue realizada en febrero contra un bunker que funcionaba en La Granada y que luego se trasladó a barrio Godoy. El bunker pertenecería a la banda de Los Monos. Desde entonces sufrió reiteradas amenazas y hasta ataques directos contra su propiedad.

Según recuerda la mujer, un soldadito que trabajaba en un bunker de venta de drogas a tres cuadras de su casa amenazó a uno de sus hijos y ella no dudó en ir a Tribunales y denunciarlo. Desde aquel momento, sostiene, sufre intimidaciones de todo tipo pese a tener custodia policial a 30 metros de su hogar. Le balearon la puerta, le tiraron trozos de hierro en el frente y sobre los cables de energía y la insultan cuantas veces la ven. En la madrugada del 26 de noviembre de 2013 un muchacho que conoce disparó en la puerta de su casa y luego, cuando ella salió a la vereda, le disparó desde unos 30 metros sin herirla.

Abaca tiene custodia policial las 24 horas del día. Sin embargo, algunos de los ataques se produjeron con la presencia de la custodia, pedida por el fiscal federal Juan Murray, luego de que le rompieran los vidrios de su casa e intentaran ingresar a su vivienda para usurparla.

Toniolli, diputado provincial del Movimiento Evita, la acompañó a la fiscalía y exigió "un programa de protección al testigo en nuestra provincia". Según el legislador "la custodia policial nunca funcionó correctamente: la mayoría de los ataques fueron perpetrados ante su presencia, y hace tres semanas quemaron un patrullero, sin nadie adentro. En aquella ocasión intercedimos ante el Ministerio de Seguridad de la provincia para que cambiara la custodia".

Ayer se repitió el ataque, ésta vez contra su vivienda y contra su hijo. En rigor la propia mujer reconoció que "si no hubiese existido esta custodia la cosas hubiesen pasado a mayores".