La policía desplegó ayer nueve allanamientos para detener a diez personas investigadas por la distribución de drogas en kioscos y casas de familia en el sudoeste de la ciudad, con epicentro en el asentamiento llamado Vía Honda, donde la traza del ferrocarril Belgrano Cargas se hunde entre Felipe Moré y Avellaneda, cercada por viviendas precarias, huertas y criaderos informales de cerdos y caballos. En ese contexto, la organización se valía de un flete insospechable para abastecer de cocaína y marihuana a sus cinco puntos de venta: los carros de cirujeo de la zona. Secuestraron 5,3 kilos de cocaína y 1,7 kilo de marihuana, dos armas, 14 teléfonos móviles y 14.700 pesos en efectivo, se informó.

Unos 90 efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales y de la Dirección General de Prevención de Adicciones, coordinados por la secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione, allanaron una vieja casona en un predio cercano a Felipe Moré y Garibaldi, que alguna vez ha sido casco de chacra. Allí se acopiaba la mercancía ilegal -cuyo origen no fue revelado por las fuentes consultadas-, a cargo de Maximiliano L., de 35 años, señalado como el jefe de esa red de distribución. Entre los antecedentes penales de este hombre se cuenta una condena por un sonado asalto a una mutual en la localidad de Fuentes, en el año 2006. Los policías encontraron en la casa un recorte de diario sobre ese atraco.

Los efectivos también secuestraron allí una pistola 9 milímetros y un revólver 38 Special, un auto, una camioneta, tres motos, un rifle de aire comprimido y municiones.

Luego, irrumpieron en ocho lugares más sobre la extensa tira de ranchos que arracimados entre la vía y Felipe Moré, desde Montevideo y hasta Centeno. Y detuvieron a nueve personas más: cinco varones -dos de ellos, adolescentes- y cinco mujeres. Ninguno se resistió a la detención ni intentó escapar, consignaron las fuentes.

Viglione señaló que el primer detenido motivó la investigación, que requirió el camuflaje de policías como cirujas para confirmar el modo de disimular el abastecimiento de droga hacia cinco puntos de venta situados en la zona. "Así como en un barrio acomodado un auto de alta gama no llama la atención, allí un carro de cartonero tirado por un caballo tampoco, y con esos vehículos llevaban la droga, mimetizados con el entorno", dijo. Y aclaró que el destino no eran bunkers, sino pequeños kioscos de barrio y un par de casas de familia que vendían. Esta es una modalidad de venta que reemplaza al bunker, desde que Gendarmería Nacional se instaló en la ciudad en abril pasado. El estupefaciente que decomisaron en estos inmuebles ya estaba fraccionado.

La casona donde se acopiaba las sustancias está en una zona semi rural, pese a encontrarse dentro del perímetro de avenida Circunvalación. Junto a esa propiedad pastaban ayer a la mañana 17 caballos, y 15 cerdos en un chiquero, lo que daba apariencia de que allí funcionaba una granja. La Guardia Rural Los Pumas decomisó esos animales y los sometió a examen de técnicos del Senasa, ante la posibilidad de que fueran robados. El jefe de la organización tiene antecedentes penales por abigeato, y una de las fuentes consultadas deslizó una relación con un robo de caballos en un campo situado en Empalme Villa Constitución, propiedad del actor Ricardo Darín.