La nueva ordenanza de cocheras que el Ejecutivo municipal impulsa en el Concejo sumó el rechazo del gremio garayista, desde donde advirtieron que la propuesta pondría en riesgo 600 puestos laborales directos. Lo expresó el secretario general del Sindicato de Obreros, Estaciones de Servicio, Garages, Playas y Lavaderos Automáticos, Ismael Marcón, a los ediles de la Comisión de Planeamiento, quienes le prometieron revisar el proyecto y tomar nota de la advertencia.

La norma que pretende la Intendencia apunta a optimizar el mercado y desafectar las cocheras de menos de 50 plazas. Eso, para los garayistas, "restringe, limita y posibilita el cierre, la inhabilitación y clausura de los establecimientos que no se encuentran contemplados en esa normativa", vaticinó Marcón. El gremialista señaló que la iniciativa del municipio "contradice sus propios considerandos. Rosario necesita ampliar y favorecer la instalación de nuevos espacios de estacionamiento, manteniendo los actuales atento al incremento del parque automotor que es de público y notorio conocimiento", señaló Marcón.

En contraste, Marcón se plegó a la propuesta crítica que hiciera antes la cámara empresaria del sector, Cesgar, con el argumento de "no afectar las fuentes laborales en riesgo". Llegado el caso, advirtió Marcón antes de retirarse de la reunión de comisión, su gremio no descarta "futuras medidas de acción directa en legítimo ejercicio y protección del derechos de los trabajadores", advirtió.