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La municipalidad impuso a los taxistas la obligación de garantizar el servicio durante los festejos del fin de año, y eso provocó la queja de algunos referentes del sector. José Iantosca, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), interpretó la medida como una discriminación en perjuicio del sector, dado que "otros rubros suspenden sus actividades y ni siquiera están obligados a prestar servicio".

El dirigente de Catiltar señaló que el grueso de la actividad en el transporte de taxis ya merma considerablemente hacia las ocho y media de la noche del 31, y no a las 22.30, cuando está previsto su interrupción. "Ocurre que los autos se detienen a cargar GNC en las estaciones antes de que estas cierren", explicó. Iantosca se mostró molesto por ser "obligados a trabajar en el medio de las fiestas. No hay colectivos, el transporte público también corta a esa hora, a las 9 corta y nosotros a las 10.30 para comer, pero así y todo hubo muchos taxis trabajando el 24", recordó.

El dirigente tachero concedió que su sector acatará la medida de trabajar a fin de año por necesidad, "pero no puede ser que los taxistas no tengamos descanso en las fiestas, mientras que las estaciones de servicio cierran, las grúas no funcionan, no hay ambulancias (sic) y no trabajan los recolectores de residuos".

De todos modos, advirtió que desde las 20 de hoy se notará una merma en el servicio porque los choferes priorizarán la carga de combustible. Aún así, anticipó, los usuarios tendrán que esperar por un lapso no inferior a "20 o 25 minutos", dijo el representante de Catiltar.