Sucedió hace 8 meses, pero a la luz de lo que ella dijo ayer, parece que nunca hubiese ocurrido: un 25 de Mayo, en barrio Las Flores, ante el vecindario divertido por la sorpresa de verlos, Sergio Berni y Mónica Fein sellaron la sintonía de entonces tras el arribo de 2000 gendarmes a Rosario, y se animaron a coronar el momento bailando un chamamé maceta bien hamacado. Desde ayer está claro que no volverán a danzar, no en lo inmediato. "Si Berni dice que Rosario tiene cinco veces más delitos que otras ciudades, le preguntaría ¿por qué se llevó a la Gendarmería? ¿Por qué no la dejó en la ciudad? Lo que dijo es una vergüenza", se ofendió la intendenta. Y atrás, una estela de dirigentes se sumó a la contraofensiva. El que menos dijo fue, sin embargo, el principal aludido, Hermes Binner.

La jefa municipal había faltado al acto del lunes la despedida en Gendarmería de los federales arribados el año pasado porque concurrió al lanzamiento de la precandidatura presidencial de Hermes Binner, en Mar del Plata. Por eso no escuchó cuando el secretario de Seguridad de la Nación dijo que "Rosario quintuplica la tasa de homicidios del país y es de las ciudades con mayor índice delictivo", que "le advirtió a Binner sobre la connivencia de la policía con el narcotráfico pero él no quiso atender el problema" y que se encontró en Rosario "con una sociedad en la que no había autoridad en la calle".

De regreso a sus funciones ejecutivas, mientras visitaba ayer una escuela en construcción en barrio Las Flores, Fein contestó con dureza al ser consultada: "Me parece una vergüenza lo que dijo Berni. Quiso utilizar un acto institucional para hacer política partidaria. A la sociedad le hace muy mal estas cosas".

Para ese entonces, la intendenta había trocado su afabilidad habitual en presentaciones públicas por el semblante fastidiado que pareció causarle lo dicho por el funcionario nacional. "Si él dice que Rosario tiene cinco veces más delitos que otras ciudades, le preguntaría por qué se llevó a la Gendarmería. ¿Por qué no la dejó en la ciudad? Eso fue inoportuno e incorrecto, que un viceministro de Seguridad diga que un gobernador es responsable del narcotráfico. ¿¡Qué podría decir yo de la responsabilidad del gobierno nacional, siendo el narcotráfico un delito de incumbencia federal?!", se enojó.

Fein había anticipado la semana pasada su disenso apenas trascendió que el grueso de gendarmes abandonaría su misión en Rosario, e insinuó que haría gestiones ante el propio Berni para posponer esa orden. No hubo caso. Por eso ayer la intendenta cerró el tema así: "A Berni le digo que si le parece que Rosario está complicada, que vuelva a traer toda la Gendarmería que se llevó, y puede traer más también".

El aludido, Binner, otra vez eligió salir a la mañana por Radio 2 para hablar del trabajo realizado, al que le pone el pecho.

El precandidato a gobernador Miguel Lifschitz también retrucó. "Berni tendría que explicar cuál es la política antinarco del gobierno nacional, y cómo es que entra la droga en la Argentina. Tendría que explicar por qué tiene 30.000 gendarmes y prefectos en Buenos Aires y en Capital Federal si todo anda tan bien por allá", chicaneó el socialista, a quien le cupieron en parte los dardos del kirchnerista, puesto que él gobernaba la ciudad cuando Binner hacía lo mismo con la provincia.

Por andarivel radical, el diputado nacional Mario Barletta, también aspirante a la Casa Gris, consideró que habló de una "Rosario desprotegida" y calificó como "una barbaridad que el gobierno nacional retire los gendarmes de la ciudad".

Su correligionario Maximiliano Pullaro, diputado provincial, también mostró los dientes. "Según Berni, la inseguridad en Rosario es cinco veces peor que en provincia de Buenos Aires: adivinen a quién le saca gendarmes y adónde los lleva. Berni vino para hacer política y enviar los gendarmes al conurbano para ayudar a Scioli. Este es el modelo de seguridad de Berni, por eso le sigue sumando gendarmes en el conurbano", interpretó. Y planteó incluso que "Gendarmería no ayudó a Rosario a combatir el narcotráfico. Los dueños del negocio se burlan por tanta ineficacia".

El diputado provincial socialista Joaquín Blanco se quejó de que "quienes durante 25 años medraron con el narcotráfico, hoy acusan a quienes de verdad lo combaten".

Quizás los más breves pero más punzantes fueron el diputado nacional del GEN, Fabián Peralta, y el concejal Miguel Cappiello. "Berni jamás habla de (José) Graneros, de (Mario) Segovia, de (Ricardo) Jaime. Habla de los otros. ¿Por qué será?", contempló el edil socialista. Y Peralta indagó cerca: "Berni podría empezar por decir algo acerca de quien ocupó la Sedronar durante 90 meses, nombrado por Néstor Kirchner, y hoy está procesado por facilitar el narcotráfico", disparó en alusión a Graneros.