La Cámara Penal confirmó ayer la prisión preventiva del ex policía Germán Almirón, procesado por extorsionar a la esposa de Juan Domingo Ramírez integrante de la banda de Los Monos , quien protagonizó una escandalosa fuga, en enero de 2014. Se trata del oficial de la ex División Judiciales que fue parte del brazo operativo de la investigación del juez Juan Carlos Vienna contra la banda liderada por la familia Cantero. Al mismo tiempo, el camarista Alfredo Ivaldi Artacho dispuso 45 días para que la Fiscalía resuelva cómo seguirá la causa: si eleva el expediente a juicio, y qué sucederá con el ex jefe de la Brigada de Judiciales, Luis Quevertoque, imputado por incumplimiento de deberes de funcionario público luego de que Almirón declarara haber seguido órdenes suyas tras la primera detención de Ramírez, que fue recapturado el año pasado y condenado en juicio abreviado a tres años y medio, por asociación ilícita. En la audiencia, el abogado José Nanni reclamó que el delito que se le achaca a su cliente "no es extorsión", sino "cohecho"; y habló de un escrito de la fiscalía de primera instancia que pidió la detención e indagatoria de la esposa de Ramírez la denunciante por cohecho y falsa denuncia, con el que "no se hizo nada".

Ramírez fue acusado de formar parte de la banda de Los Monos, y la noche del 14 de enero de 2014 fue detenido y alojado en la oficina de la Brigada de Judiciales, para ser trasladado a Tribunales al día siguiente. Sin embargo, la primera versión dio cuenta de que, custodiado por el sargento Zapata y la agente Luciana O. -ambos desvinculados de la causa-, a las 7.30 aprovechó que la policía fue al baño, se quejó porque las esposas le ajustaban y cuando Zapata se acercó, se soltó y le pegó una trompada para luego escapar.

Días después, Roxana M. esposa de Ramírez denunció que tras la detención de su marido dos policías le habían pedido dinero a cambio de la libertad de éste.

En principio, fueron detenidos los cabos Lucas Verón y Raúl Pavón y el agente Almirón. Pero solo este último fue reconocido por la denunciante y su madre como quien les pidió 200 mil pesos o un vehículo a cambio de la libertad de su esposo.

A mediados de 2013, Almirón se desprendió de las acusaciones y acusó a Quevertoque. Mientras que el año pasado, la jueza Alejandra Rodenas dictó el procesamiento de Almirón y en el fallo citó al superior a indagatoria, por incumplimiento de deberes.

Ayer, en la audiencia oral y pública, Nanni recordó que el 13 de junio de 2014, el entonces fiscal Esteban Franicevich (fallecido) presentó un escrito en el que pedía las detenciones e indagatorias de Quevertoque y de la esposa de Ramírez, por "cohecho y falsa denuncia"; pero aclaró que "nada se hizo".

En sus agravios, Nanni planteó que la esposa de Ramírez hizo cuatro declaraciones diferentes y que "se encontraron al menos siete contradicciones". También dijo que sus dichos no coincidieron con los de su madre. Frente a ello, pidió que se revoque la prisión preventiva.

En tanto, la fiscal Cristina Rubiolo defendió el proceso y negó que haya habido contradicciones en los testimonios, sino que consideró que éstos "se complementan". Por ello, pidió que se mantenga la detención ante la pena en expectativa de cinco años, que podría recaer sobre el acusado.

El juez resolvió confirmar la prisión preventiva "con límites". Si bien dijo que "es la típica extorsión policial con la que chocan los operadores del sistema judicial", y destacó la "gravedad" de la "mágica fuga" de Ramírez; también apuntó a los tiempos procesales y dispuso un plazo no mayor a 45 días para que la Fiscalía haga el "requerimiento instructorio final", es decir, si envía a juicio al acusado y a los demás implicados en el expediente.