"No habrá impunidad". Así lo garantizó ayer la jueza de Menores María Dolores Aguirre Guarrochena, que investiga el presunto abuso sexual de un niño de siete años de la Escuela Nº 1318, en el que los acusados son alumnos de séptimo grado. Al mismo tiempo, la magistrada negó que las autoridades del establecimiento, del Ministerio de Educación o de Amsafé, mantengan un "pacto de silencio", tras la denuncia de la madre de la víctima, que va a primer grado; y pidió "responsabilidad, precaución y tranquilidad" a la comunidad educativa. "Si nos equivocamos y eventualmente estos niños son inocentes, estamos cometiendo un grave daño a personas que son muy jóvenes", expresó. También dijo que va a investigar para averiguar qué sucedió; y que no se hará "una caza de brujas". La carátula es de "abuso sexual", según indicó la jueza, que ayer hizo una recorrida por la escuela y se reunió con autoridades. El establecimiento decidió reabrir. "Yo dejé a mi hijo en la escuela y le pasó esto; no puede ser que vuelvan a abrir", se quejó la madre del niño.

A pocos días de la denuncia realizada el viernes por la madre del niño abusado -aún no se comprobó acceso carnal-, la magistrada manifestó que las consecuencias del hecho "son extremadamente graves" y que tomará declaraciones testimoniales a los responsables de la institución. "En los próximos días voy a conseguir algún turno para que el nene sea entrevistado en una Cámara Gesell. La versión de la violación es por parte de la familia, todavía faltan otras versiones y pericias. No hay intención de que haya impunidad", agregó Aguirre Guarrochena, en Radio 2, antes de entrar a una reunión entre padres de alumnos, autoridades del colegio, la jueza de menores, y responsables del Ministerio de Educación de Santa Fe.

Al mismo tiempo, la madre del niño abusado acusó directamente "al personal" del establecimiento. Mabel dijo que hubo padres de chicos implicados en la agresión que la amenazaron de muerte. "Todos sabían lo que le pasó a mi hijo y lo dejaron sufrir. Esto es una desgracia bárbara. No puede ser que pasen estas cosas. La escuela no puede volver a abrir con el mismo personal", dijo la mujer.

La denuncia fue radicada el viernes pasado, cuando Mabel declaró que su hijo fue abusado por siete u ocho alumnos de séptimo grado en el baño de la escuela. A partir de ese momento se abrió una investigación judicial que quedó a cargo de la jueza de Menores; es decir, en el marco del antiguo sistema penal, por tratarse de acusados menores de edad.

En la reunión de ayer, en la escuela de Barra y Saavedra, se resolvió abrir el establecimiento y retomar las actividades con normalidad mientras avanza la investigación para determinar fehacientemente qué sucedió.

En declaraciones a LT8, Mabel se mostró ofendida por la decisión que se tomó en la reunión. La mujer sospecha que se quiere tapar lo ocurrido con su hijo. "Lamentablemente, quieren volver a abrir la escuela, sin cambiar el personal. Es terrible que quieran hacer esto. Son todos responsables en la escuela de lo que le pasó a mi hijo porque yo lo dejé en ese lugar. Ahora no pueden decir que van a abrir", agregó.

La madre de la víctima dijo que en los últimos días sufrió amenazas de los padres de los chicos que supuestamente abusaron de su hijo. "Uno de los padres me dijo que me iba prender fuego y que me iba a matar. Hay gente de la escuela que escuchó contar a sus hijo que en el colegio los amenazaron para que no cuenten nada", afirmó.