Domingo, 15 de noviembre de 2015 | Hoy
CIUDAD › ZANNINI, ROSSI Y FILMUS ENCABEZARON UN MULTITUDINARIO ACTO EN ROSARIO A UNA SEMANA DEL BALLOTAGE.
Con fuertes apelaciones a la militancia "casa por casa" los dirigentes kirchneristas afirmaron que el ballotage "es una oportunidad para confrontar dos proyectos bien diferenciados". Y la calificaron a la propuesta de Macri como "una vuelta al pasado".
Por Pablo Fornero
Un contundente llamado a la militancia, a una semana del ballotage, lanzó el candidato a vicepresidente del Frente Para la Victoria Carlos Zannini. En un desbordado auditorio del Patio de la Madera, en Rosario, el compañero de fórmula de Daniel Scioli pidió no perderse "en debates tontos" y poner la vista "en lo importante". "El ballotage es una oportunidad, quedan los dos candidatos, es la oportunidad de confrontar proyectos, aquel camino es el pasado, es la exclusión, se vuelve a la crisis", afirmó el actual secretario Legal y Técnico de la Presidencia. En tanto, el ministro de Defensa Agustín Rossi, organizador de la jornada, dijo que hay que "transpirar hasta la última gota de sudor" en el camino de convencimiento al electorado indeciso. "No se olviden de nadie, den el debate respetuosamente, si no consiguen diez, consigan cinco", manifestó el funcionario.
El extenso encuentro, denominado "Dos futuros para una sola Argentina", comenzó pocos minutos después del caluroso mediodía. Y si bien fue una propuesta desarrollada desde el rossismo, más de un sector del peronismo santafesino comprendió la importancia de sostenerlo en esta instancia decisiva. Acompañaron los referentes provinciales de La Cámpora (Marcos Cleri y Josefina González) y el Movimiento Evita (Eduardo Toniolli, Fernando Rosúa, Lucila De Ponti) no así el sector que lidera el senador nacional electo Omar Perotti. La jornada se dividió en tres paneles, y finalizó con los discursos de Rossi, Zannini y el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus.
El Chino habló durante una hora. Para arrancar, reflexionó sobre el atentado terrorista ocurrido en Francia y destacó, en ese sentido, que en Argentina "nadie te va a perseguir por tu credo" ya que se desarrolló un capitalismo "de razonable autonomía", a pesar de que en el mundo las guerras vienen de la mano de la "desigualdad". De inmediato se metió en la campaña para pedir "que se confronten ideas, que se hable de frente". Admitió que el resultado de la primera vuelta le provocó un "frío por la espalda". Por ese motivo, entendió que "hay estar juntos". No solo eso, se permitió una autocrítica aún más profunda, cuando manifestó: "Teníamos un cierto triunfalismo y nos perdimos de ver lo importante, nos quedamos en las formas". Formas, palabra que también Rossi le dedicó unos minutos de análisis.
El aspirante a la vicepresidencia le pegó al Pro, al que definió como "un partido vecinal", con "poca gente que pueda hablar". En el desarrollo de la crítica, se río al ponderar que los líderes de Cambiemos "escondieron debajo de la mesa a los economistas". Por último, llamó a los militantes a "ser predicadores". Pidió "paciencia" y abrazarse "a la oportunidad del balotaje". Repitió varias veces la frase "ese cambio no", casi como bandera. Cerró su discurso admitiendo diferencias con su compañero de binomio. "No somos iguales Scioli y yo, pero podemos andar juntos", afirmó y prometió: "Lo hecho no se va a perder".
Detrás del trío de oradores de cierre los secundaban los dirigentes presentes. Todos se calzaron una camiseta con los colores argentinos que destacaba los 10 años de creación de la Corriente Nacional de la Militancia, el espacio que lidera Rossi.
Justamente Rossi antecedió al postulante a la vicepresidencia. Dio un discurso más encendido y provocó la explosión del salón más de una vez. Agradeció la visita de Zannini, a quién caracterizó como "una de las referencias ideológicas del modelo de Néstor y Cristina". Después habló sobre las encuestas que se publicaron en los medios de comunicación hegemónicos en los últimos días, la mayoría favorables a Mauricio Macri, el presidenciable de Cambiemos. "La derecha y los medios de la derecha están instalando que la elección está definida, minga está definida", bramó, y comunicó su mensaje de persuasión. "Hay que salir a militar, salir a escuchar con los que puedan escuchar, que el árbol no tape el bosque, tenemos la desocupación más baja de América Latina", apuntó.
Filmus, por su parte, pidió con sorna terminar el acto "cuanto antes" para recorrer "antes todas las calles del país". El ex senador dijo que el FPV tiene un desafío "enorme" en los próximos días, para los cuales deberá tener "movilización y organización", ya que "no puede quedar barrio sin recorrer". "No vamos a volver atrás después de estos enormes 12 años, tenemos que salir a escuchar, es lo más importante en esta semana", remarcó el funcionario de la Nación.
Horas antes, en el panel de "Cultura, medios y pensamiento nacional", la directora de Asuntos Legales del Ministerio de Defensa, Graciana Peñafort, reconoció que tiene "miedo". Miedo por los anuncios que adelantó el equipo económico de Cambiemos. La abogada ex representante del AFSCA llamó a "no aceptar una humillación más, ni de los medios que nos toman por idiotas ni de los políticos".
A su derecha, el director del Centro Cultural de la Memoria "Haroldo Conti", Eduardo Jozami, pidió un "último esfuerzo" y dijo que en la elección del 22 de noviembre se enfrentarán "el partido de la justicia social y el de la injusticia social". Cambiemos, representa para él, un partido "nuevo" que expresa "lo más viejo de la política argentina". El integrante del espacio Carta Abierta admitió "errores", pero revalorizó el movimiento "poderoso, que se forjó en la adversidad". Leyó en voz alta y celebró un volante que le entregaron los dirigentes del Sindicato de Prensa Rosario, que contenía la leyenda "Votamos con memoria".
El titular de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, describió a la actualidad como "un momento de unidad" y llamó a "acabar con las mezquindades", ya que "no tenemos la razón de todo". El público le devolvió una ovación a raíz de la autocrítica. "Está en juego el país, están en juego nuestros hijos, basta de pensar que son idiotas que inflan globos de colores, no subestimemos a la derecha, ellos van por el saqueo de la memoria", remarcó el filósofo, que concluyó que una derrota sería "un retroceso histórico para la región".
"La economía que se viene", fue el título del último panel. Lo presentó el concejal rosarino Roberto Sukerman, quien levantó a Rossi, "el primer militante". El ex candidato a intendente recomendó convencer "a los que alguna vez nos votaron, cuando sacamos el 54 por ciento en 2011". También recibió aplausos cuando hizo un llamado a la militancia del partido socialista, no a los dirigentes, quienes "se lavan las manos". "Esta es una elección que se gana de abajo hacia arriba", cerró.
El economista Andrés Asiain dijo que la "batalla" se da "casa por casa" y consideró que, al revelar sus verdaderas intenciones, los economistas de Cambiemos generaron inflación en las últimas semanas. Pidió "defender los interesas populares y nacionales ante una derecha que viene con todo".
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